DESARROLLO. SEBASTIAN TORRES, DIRECTOR DE INDUSTRIAS DEL MIEM

Ingeniería creará un posgrado en minería

Las oficinas de la Dirección de Industrias están casi escondidas, en un segundo piso de la calle Sarandí. Su austeridad es una muestra cabal de la importancia que se le dio al desarrollo industrial en la historia del país en los últimos 50 años del siglo pasado.

Sin embargo, desde la pasada administración, y ya en forma más estructurada desde 2008, el Ministerio de Industria, Energía y Minería viene desarrollando una política industrial de largo aliento.

Sebastián Torres encabeza ahora esa Dirección y argumenta en forma apasionada sobre las posibilidades de un desarrollo industrial que logre mejorar la calidad del empleo en el país y que nos integre a la cadena global de valores.

El desarrollo de un sector minero es una de las alternativas que están manejando esa Dirección y el Ministerio de Industria. El Código de Minería señala que el 15% del hierro extraído (como se discutió en el proyecto de Aratirí) debe ser ofrecido al mercado local, pero hoy no parece haber demanda.

«Al día de hoy, si se tuviera que decir qué ocurriría con el 15% de la producción de hierro que se ofrecería al mercado, diría que no se utilizaría. Para eso necesitamos una industria base», subrayó.

En ese sentido el director de Industrias sostuvo que se debe incluir en las negociaciones con los inversores esa posibilidad.

«En la negociación con las compañías mineras trasnacionales, en base a las negociaciones con Botnia y Montes del Plata, Uruguay tiene al menos tres cuestiones a definir desde la óptica de la industria», sostuvo.

Una es el encadenamiento hacia atrás de los emprendimientos, es decir la utilización de las capacidades existentes en el país. Otra cuestión a negociar es el encadenamiento hacia adelante en la cadena de valores, qué hacer con el mineral, si procesar una parte o solo exportarlo en bruto. En esa negociación, explicó, tenemos que decir que «no estamos interesados en que se exporte únicamente el hierro sin procesar, sino que tenemos interés en que ese 15% se quede acá y tenemos un plan de negocio para ello».

Finalmente la tercera cuestión es formación y capacitación profesional.

En este aspecto Torres sostiene que es necesario ver la capacidad técnica de Uruguay en operarios, ingenieros, etcétera. Buscar la forma de que al establecer un sector nuevo se pueda negociar su desarrollo.

Desde esa óptica, y teniendo en cuenta la posibilidad de un desarrollo minero en el país, Torres reveló que «con la Facultad de Ingeniería hace tres meses estamos trabajando en un convenio que creo se puede definir este año. Es un convenio para hacer un posgrado en minería».

En conjunto se está definiendo una currícula sobre los temas que deberían ser dictados en un curso de aproximadamente un año. «Considerando si vamos a tener este sector de minería, vamos a tener que tener gente capacitada, y mejor arrancar por casa. Una alternativa puede ser enviar estudiantes al exterior, pero también podemos generar algunas capacidades acá», afirmó.

 

Energía eólica e industria naval, entre otras

Torres destaca que Uruguay tiene dos grandes sectores en los que ha avanzado en la producción y la exportación, pero es necesario incorporar una tercera pata a ese desarrollo.

Por un lado la producción de carne, soja, lácteos, granos, productos que nuestro país exporta bien a Brasil. «Una segunda pata relacionada con bienes y servicios estratégicos, donde entra el tema infraestructura, energías renovables, servicios financieros, logística y transporte, y donde el país ha avanzado mucho en los últimos 10 años». Finalmente identifica la necesidad de un tercer sector, que no la definen los mercados sino que requiere de una acción decisiva del Estado. «No necesariamente el Estado productor, pero sí liderando un proceso».

«Los países que han logrado crecer de forma sostenible y diversificando y derramando justicia social con trabajo de calidad y buenos salarios, tienen una tercera pata que es la que queremos instalar. Son los sectores de la producción de energía eólica, la industria farmacéutica, bio, nanotecnología, naval, forestal, madera, automotriz y metal mecano. Son esos sectores que Brasil y Argentina ahora quieren desarrollar con las políticas industriales que están tomando», subrayó.

«¿Qué demanda tiene Uruguay para la industrial naval, la metal mecánica, la automotriz? Ninguna. Uruguay tiene que estar insertado en una cadena global de valor, no hay vuelta», insiste.

«Si no tenemos estos sectores, el derrame del crecimiento va a ser con los derrames que generen la producción de materias primas, de bienes y servicios y políticas sociales fuertes, porque este modelo en cierta medida concentra ingresos», concluyó.

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