Ataques .Imposibles de prever, poco para hacer

Langostas arrasan con gran parte del campo uruguayo por la falta de lluvias

La lluvia es el principal regulador de la población de langostas y otros insectos que arrasan con las plantaciones. En plena sequía y como una consecuencia no esperada, ha aumentado la población de langostas, vaquillas y grillos que se multiplican y provocan estragos en las plantas verdes que se cruzan en su camino. De este modo están afectando a praderas naturales y artificiales.

La langosta es la especie más notable, en Florida, Flores, Durazno y Soriano sus poblaciones han aumentado de modo considerable, pero en otros departamentos vecinos la situación es similar, basta recorrer el campo a pie para percibir el vuelo de los insectos que surgen al paso del hombre. Equipos técnicos de la Dirección General de Servicios Agrícolas del MGAP han recorrido las zonas afectadas, han realizado un análisis de la situación y han brindado apoyo a los productores de la zona.

El control del ataque de estos insectos en los cultivos es complicado. Para salvar una plantación, es necesario aplicar un fitosanitario de nombre comercial Clap (fipronil), único habilitado, pero no tiene efecto en tratamientos preventivos. Además, el alto nivel de toxicidad del fipronil representa peligro para poblaciones de abejas que puedan existir en la zona, la sequía por sí sola está afectando de modo importante la población de las abejas.

 

Peligra vida del ganado

El director de Servicios Agrícolas del MGAP, Humberto Almirati, narró a LA REPUBLICA que las langostas que se han encontrado en los departamentos más afectados no sólo comen praderas, sino también cultivos como sorgo, soja y maíz, «llegamos a ver langostas sobre el propio choclo», relató.

Florida es uno de los departamentos que más ha sentido esta eclosión. La Intendencia Municipal y la Asociación Rural local coordinaron esfuerzos para acercar un tractor y una pulverizadora a los productores, para que puedan aplicar el fitosanitario.

«La langosta viene a agravar una situación que ya estaba complicada», manifestó Alejandro Echeverría, director de Desarrollo Sustentable de la comuna floridense.

El voraz ataque que se está dando sobre las praderas, dijo, «se va a notar en la pérdida de peso de los ganados. Incluso, de no solucionarse en forma urgente el abastecimiento de forraje a los ganados, puede llegar a provocar alguna pérdida de vida», apuntó.

 

Mantener la calma

Amirati, por su parte, indicó que es necesario «mantener la calma», aunque «vigilando y tomando las medidas adecuadas». En los próximos días el MGAP realizará nuevas recomendaciones.

Productores aseguraron que el año pasado también hubo langostas, aunque en menor medida y sin la voracidad que caracteriza a las de este verano. Almirati explicó que la causa de la multiplicación de esta población está en el déficit hídrico. Pero aclaró que estas langostas no viajan en mangas, a diferencia de las que invadieron el país en 1933.

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