Salón de Ginebra

El grupo francés Peugeot-Citroën se recuesta en General Motors

Foto: AFP

La agencia de notación Fitch enumeró los elementos determinantes de la actual situación: «Super-capacidad, competencia despiadada y extrema presión sobre los precios en un ambiente económico difícil con una disminución del consumo y de la confianza en las empresas en varios mercados europeos».

«Otra disminución económica o la persistencia de bajas ventas de vehículos en Europa probablemente obligarían a algunos fabricantes a adoptar drásticas medidas», agregó.

Para el presente año, no hay que descartar fusiones, adquisiciones, restructuraciones y el cierre de algunos centros de producción, si continúan las condiciones adversas y la presión sobre las empresas, señaló la agencia.

El lunes, el presidente de la federación alemana del sector, VDA, Matthias Wissmann, había detallado la situación. «Debido a la crisis de deudas públicas en algunos países de la UE, el mercado del automóvil en Europa del Oeste podría bajar hasta un 5% a 12,1 millones de unidades».

Sin embargo, a nivel mundial el crecimiento del sector automóvil debería continuar, y según VDA, debería llegar a un 4%, gracias al dinamismo del mercado estadounidense, de China y también de Japón.

Este último, después de haber sido afectado por el sismo y el tsunami que devastaron una parte del país, debería registrar un aumento del 17% en la venta de automóviles a 4,1 millones de unidades.

Prudencia y pesimismo

De todas maneras, el número uno europeo, el alemán Volkswagen, se declaró prudente sobre las perspectivas de crecimiento, aún cuando espera alcanzar este año el resultado récord obtenido en 2011, según su presidente, Martin Winterkorn.

«Por cierto, Europa debe ser evaluada de manera muy crítica«, no tanto Alemania que sigue registrando un crecimiento del mercado del automóvil, «sino más bien los países de Europa del sur» afectados por la crisis de la deuda pública», indicó Winterkorn a los periodistas.

El gigante japonés Toyota es igualmente pesimista en lo que se refiere al mercado de Europa occidental, que estima bajará un 5% este año.

«Estamos muy prudentes (…) pues pensamos que hay una grave crisis de confianza de los clientes en Europa», declaró el lunes el responsable de Toyota para Europa, Didier Leroy.

El año pasado, esta situación del mercado europeo occidental costó caro a algunos constructores que dependen en gran medida de las ventas en la región como el francés PSA Peugeot Citroën.

Obligado a encontrar una solución urgente, el grupo francés anunció la semana pasada una alianza con el número uno mundial, el estadounidense General Motors, que se convertirá en su segundo accionista con un 7% de su capital.

AFP

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