COMIDA

La comida está en riesgo: Un tercio de las plantas del mundo está en peligro de extinción

Más de un tercio de las plantas del mundo son tan raras que se enfrentan a la extinción. En un mundo cada vez más caliente, eso dejaría en riesgo el suministro de alimentos.

Foto: Pixabay
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Un equipo internacional de botánicos realizaron un nuevo censo de plantas terrestres, descubriendo algo realmente preocupante: casi el 40% de ellas raras, o extremadamente raras, y esto puede poner en riesgo el suministro mundial de alimentos.

Y un segundo equipo de investigadores, en un estudio separado, ha establecido que algunas de estas especies raras o ya desaparecidas podrían incluir a los parientes silvestres de algunas de las verduras y vegetales más populares del planeta.

Los dos estudios son igual de importantes. El primero subraya otra razón para llevar adelante nuevas estrategias de conservación para preservar la extraordinaria variedad natural y riqueza de la vida vegetal; también es urgente frenar la destrucción de hábitats naturales para hacer frente al inminente cambio climático causado por el rápido aumento de las temperaturas mundiales.

El segundo es una cuestión que afecta nuestra propia capacidad de supervivencia: en un mundo en constante cambio, los mejoradores de cultivos deberían volver un poco a los parientes silvestres de las plantas que comemos en busca de información genética para garantizar la persistencia de verduras como zanahorias, calabazas, pimientos y otros.

Alimentos en riesgo

Científicos internacionales informan en la revista Science Advances que trabajaron durante 10 años y compilaron 20 millones de registros de observación para establecer un censo simple de plantas: los bosques, praderas, matorrales, tundra y pantanos del mundo salvaje albergan alrededor de 435,000 especies únicas de plantas.

Las especies raras tenían más probabilidades de agruparse en lo que los ecologistas llaman puntos calientes: el norte de los Andes en América del Sur, Costa Rica, Sudáfrica, Madagascar y el sudeste asiático.

Lo que estos lugares tienen en común es que, durante millones de años, han mantenido climas estables, y a medida que los glaciares se retiraron al final de la última Edad de Hielo, estas montañas y valles tropicales proporcionaron refugio para la variedad de la vida.

Sin embargo, en estos puntos calientes la actividad humana ha aumentado de forma desmedida, al igual que en el resto del mundo, con una población global que se multiplica a velocidades vertiginosas. Debido a la poca cantidad de ejemplares de estas especies raras, familiares de las verduras y vegetales que comemos, en caso de llegar a desaparecer se pierde gran cantidad de material genético que podría enriquecer a las comerciales y garantizar su supervivencia.

Otra investigación publicada en la revista Plants, People, Planet confirma una vez más que muchos de los ancestros y primos salvajes de los cultivos que nutren a miles de millones podrían estar en riesgo por el calentamiento global.

Si desaparecen esas plantas salvajes, lo más probable es que en el corto plazo los cultivos comerciales también desaparezcan, y detrás de eso podría venir una gran hambruna global.

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