La crisis climática global se queda sin acciones concretas en la COP25

La Conferencia de las Partes (COP25) cerró en Madrid con más de un día y medio de atraso y, a pesar de posponer la clausura hasta este domingo, no han dejado acuerdos, compromisos o acciones concretas para contrarrestar el cambio climático.

Los negociadores solamente lograron llegar a un endeble documento en el cual hacen un llamado a los países a realizar esfuerzos más «ambiciosos» contra el calentamiento global. Una de las acciones más esperadas era la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París de 2015, que establece sistemas por los que se intercambian unidades o derechos de emisión de dióxido de carbono (CO₂) entre países y entre empresas.

Esto quedará aplazado para la próxima COP25, que se llevará a cabo en Glasgow en noviembre de 2020. Prácticamente todos los negociadores y delegados que tomaron la palabra en las rondas de negociaciones se mostraron decepcionados por la incapacidad del colectivo de llegar a buen término.

Ponerse de acuerdo, el gran desafío

El multilateralismo y la diversidad de posiciones opuestas o antagónicas se convirtieron en las trabas para llegar a acuerdos importantes en esta COP25 de Madrid. Estas cumbres en particular con representantes de casi 200 países tienen que llegar a un consenso absoluto.

Aunque eran previsibles las complicaciones en un contexto internacional tan complejo, el resultado ciertamente lamentable de una COP25 para el olvido, agranda la brecha entre los gobiernos del mundo y la comunidad científica internacional; esta última ha tomado posición crítica sobre el calentamiento global advirtiendo que, si no se toman medidas urgentes y contundentes, en solo unas décadas el planeta sufrirá severas consecuencias y, con este, la humanidad entera.

Cuando se leen los textos finales de la COP25 -la reunión número 25 de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU de Cambio Climático- parece que los gobiernos, mandatarios y negociadores han estado viviendo una realidad paralela en la que el calentamiento global no existe.

Sin embargo, por los conversatorios, mesas redondas y rondas de negociaciones pasaron decenas de científicos que advirtieron la debacle que nos espera en el futuro muy cercano. Por ejemplo, alertaron que el 2019 será el año más caliente del que se tiene registro y que la década será la más caliente jamás anotada. También apuntaron que las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas causante del efecto invernadero, volverá a tocar un máximo histórico al cierre de este año.

También pasaron organizaciones no gubernamentales y activistas climáticos, como la conocida Greta Thunberg, quien lidera protestas mundiales por parte de niños y jóvenes contra la desidia y la inacción de los gobiernos.