VORACIDAD

La minera canadiense que quiere dejar a 120 pueblos sin agua

Las empresas mineras canadienses tienen la fama de llegar a cualquier lugar y devastarlo todo con la intención de sacar el mineral que quieran. Más de un centenar de comunidades mexicanas se enfrentan a la voracidad de uno de estos consorcios.

Foto con fines ilustrativos: Pixabay
Foto con fines ilustrativos: Pixabay

La empresa minera canadiense Almaden Minerals pretende «acabar con el agua» de más de 120 pueblos mexicanos, de acuerdo a organizaciones civiles de las zonas afectadas.

Pobladores y representantes de las organizaciones probaron ante las autoridades mexicanas que la compañía acabará con las reservas de agua que alimentan a gran cantidad de comunidades de la Sierra Norte, en el estado de Puebla. Según publica Sputnik, pidieron al Gobierno nacional que rechace la mina que aún están en proceso de aprobación.

En una audiencia pública, parte del proceso legal de la revisión y aprobación del emprendimiento, que se realizó el 25 de junio de 2019 en el pueblo de Santa María de Zotoltepec, los detractores argumentaron que la explotación a cielo abierto de un polígono de 1.050 hectáreas (dentro de las 14.000 hectáreas en dos concesiones que la empresa llama Proyecto Ixtaca) terminará en cinco años con las reservas subterráneas de agua de la zona y afectará directamente al río Apulco. La explotación, de hecho, empieza en la cabecera del río que recorre más de 170 kilómetros y brinda agua dulce al Golfo de México.

Todo por el oro

«Lo hemos demostrado con datos, argumentos técnicamente sólidos y con testimonios de la vida de las personas que, le diría, son incuestionables», dijo a Sputnik, Alejandro Marreros, miembro de la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua, una de los organizaciones participantes de la reunión.

«Las comunidades han procesado la información y han determinado que el proyecto minero representa una amenaza para su vida, para su lugar. No sólo por la contaminación que significa una mina a cielo abierto, la amenaza más sentida es el asunto del agua, agregó.

Una investigación realizada en 2014 hecha por pobladores y la organización civil mexicana Poder identificó «irregularidades y anomalías que estaba cometiendo la empresa» Almaden Minerals, que recibió la concesion del subsuelo en 2001 y empezó a extraer en 2009. Las comunidades no supieron hasta 2011 que había un proyecto avanzando en su zona, se les ocultó sistemáticamente. 

Una de estas anomalías es que la compañía dijo estar haciendo perforaciones hasta 700 metros de profundidad cuando en realidad la ley permite que la profundidad máxima sea de 190 metros.

«Por otro lado, identificamos que la empresa presentó un tipo de información en los boletines para sus inversionistas, en su mayoría en inglés; y otro tipo de información al Gobierno mexicano, concretamente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)», dijo Marreros citado por Sputnik.

También, en el documento presentado por la minera para obtener la concesión, en algunas partes aducen que no usarán agua subterránea para explotar y entras partes dicen que sí. «Pero cuando procesamos sus datos vimos que a partir del quinto año pretenden duplicar su producción, por lo que les van a faltar casi 2.000.000 de metros cúbicos de agua cada año a partir de entonces (…) Nosotros demostramos que, para operar, la minera sí requiere agua subterránea», afirmó Marreros.

Sputnik también publica los siguientes datos de la manifestación de impacto ambiental del Proyecto Ixtaca, presentado por Almaden Minerals: 

  • La mina sostiene que usará 0,7 metros cúbicos de agua para procesar cada tonelada de roca que extraiga de la mina a cielo abierto; pretende procesar 7.600 toneladas de roca al día.
  • Así, durante los primeros cuatro años de operación, la mina usaría alrededor de 5.400 metros cúbicos de agua al día, «los cuales representan el doble de la cantidad de agua que usan las más de 120 comunidades de Ixtcamaxtitlán en su conjunto», señaló Marreros, «ya nada más ese dato es impresionante».
  • Ese consumo diario implica la extracción de 1.900.000 metros cúbicos de agua al año, para procesar roca y extraer de ella mineral.
  • La empresa construirá dos presas, una que almacenará 1.800.000 metros cúbicos de agua y otra de 300.000 metros cúbicos para surtirse de agua para su operación, que juntas le brindan 2.100.000 metros cúbicos de agua.
  • Al quinto año, la minera anuncia que duplicará la cantidad de roca que procesará, saltando de 7.650 a 15.000 toneladas por día. Eso, lógicamente, implica duplicar el consumo de agua para su producción, que subiría a 4.000.000 metros cúbicos al año.

 

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