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Los eclipses provocan comportamientos extraños en los animales

Para la mayoría de los animales, la estructura de su día, su noche y prácticamente su año, depende de los ciclos de luz y oscuridad. Cuando pasa un eclipse, estos ciclos se ven alterados y sus vidas diarias se ven afectadas.

Foto: Pixabay
Un eclipse de sol visto con un filtro especial. Foto: Pixabay

Los ciclos de día y de noche influyen de forma directa en las vidas diarias de la mayoría de animales de todo el mundo. Esto les ayuda a deducir cuándo deben estar despiertos, cuándo dormidos, si deben migrar, quedarse o hibernar y otros hechos importantes que definen, básicamente, su supervivencia.

El ciclo sinódico lunar, el viaje regular de la luna -de luna llena a la siguiente- durante 28 noches, causa cambios en el campo magnético de la Tierra, la atracción gravitatoria de la luna sobre la Tierra y los niveles de luz durante la noche.

Muchas especies pueden detectar esto y usarlo para sincronizar su reproducción. El desove masivo en los corales ve decenas de millones de huevos liberados al mismo tiempo en los arrecifes para coincidir con las lunas nuevas o llenas.

Pero, ¿qué les sucede a los animales cuando la luna o el sol hacen algo inusual o inesperado, como un eclipse?

Un eclipse lunar. Foto: Pixabay
Un eclipse lunar. Foto: Pixabay

Una noche corta

Un eclipse solar ocurre cuando el sol, la luna y la Tierra se alinean en el mismo eje, de modo que la luna bloquea completamente al sol. En todo el mundo, generalmente se reportan incidencias inusuales de comportamiento mientras todos los demás estamos perplejos observando el eclipse.

De todos los eventos cósmicos, los eclipses solares provocan quizás el cambio más grande en el comportamiento animal. Los animales se desorientan grandemente: aquellos que están activos durante el día regresan a sus moradas nocturnas, mientras que los animales nocturnos creen que se han quedado dormidos.

Algunas especies de arañas comienzan a destejer sus redes durante un eclipse, como suelen hacer al final del día. Una vez que el eclipse ha pasado, comienzan a reconstruirlas nuevamente, posiblemente lamentando la falta de descanso en el medio.

Del mismo modo, los peces y las aves que están activos durante el día se dirigen a sus lugares de descanso nocturno, mientras que los murciélagos nocturnos aparecen, aparentemente engañados por la repentina y falsa noche.

Hipopótamos en Zimbabue fueron observados saliendo de los ríos en donde duermen casi totalmente sumergidos y se dirigieron a sus lugares de alimentación, pero a mitad de camino, el eclipse terminó y tuvieron que regresar mal dormidos y sin comer de nuevo a las aguas para seguir durmiendo.

Los eclipses de luna también impactan en la vida de los animales nocturnos. Por ejemplo, en 2010 un estudio descubrió que los monos búho de Azara, Misiones, Argentina, interrumpieron sus labores de caza y alimentación durante el evento cósmico, posiblemente porque la oscuridad total les impidió encontrar comida o bien porque no podían moverse entre los árboles.

También la «super luna» afecta la vida de la fauna de todo el mundo. Este fenómeno se da cuando la luna llena coincide con el perigeo, el punto en que este satélite natural está más cerca de la Tierra. Durante una super luna, los niveles de luz que proyecta son 30% más brillantes que en cualquier otro punto del ciclo mensual. Por ejemplo en Escocia se reportó que los gansos fueron despertados por esta luz intensa y provocó que su ritmo cardíaco y temperatura aumentara como si se prepararan para arrancar el día en la mañana.

Sobre los humanos no hay evidencia alguna de que estos eventos tengan impacto alguno: Una serie de estudios publicados a fines de la década de 1980 no encontraron evidencia de ningún vínculo entre el ciclo lunar y el comportamiento humano.

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