UN MAL PRESAGIO

La radiación de Fukushima y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

Un experto de la industria nuclear está preocupado sobre cómo está el Gobierno japonés manejando los resabios del tristemente famoso desastre nuclear de Fukushima, que está lejos de terminar.

Foto: EcoWatch
Foto: EcoWatch

El ex vicepresidente de la industria nuclear estadounidense, Arnold Gunderson, quien dirigiera por años la coordinación de más de 70 plantas atómicas en Estados Unidos, está bastante consternado sobre cómo está manejando el Gobierno de Japón la crisis nuclear de Fukushima.

«La inhumanidad del Gobierno japonés hacia los refugiados del desastre de Fukushima es espantosa», afirma Gunderson, un especialista en la operación de reactores nucleares con más de 45 años de experiencia en ingeniería nuclear, y autor de un libro sobre el tema, explicó que el desastre de Fukushima está lejos de terminar.

Según él, tanto el Gobierno japonés como la industria de la energía atómica están tratando de obligar a todos los desplazados, que evacuaron sus hogares tras el desastre nuclear del 11 de marzo de 2011, a volver a sus casas antes de los Juego Olímpicos de Tokio de 2020.

En marzo de este año el Gobierno federal de Japón anunció que los subsidios que hasta ahora habían proporcionado a los evacuados de Fukushima, serán retirados, lo que obligará a muchos a regresar a la su prefectura contaminada con aún con material tóxico. Todo esto porque el Ejecutivo podría estar centrando sus esfuerzo económicos en hacerle frente a la titánica tarea de unos Juegos Olímpicos.

El Gobierno no actúa solo

No es solo el Gobierno japonés quien está trabajando en esa dirección: la Comisión Olímpica Internacional está apostando horas extras para normalizar la situación tan pronto como sea posible, a pesar de que las condiciones en Fukushima no son ni normales ni saludables. El Comité incluso tiene planes para que los JJOO de Tokio 2020 tengan partidos de baseball y de softball en Fukushima.

Gunderson considera que los acontecimientos están acaeciendo para que el Ejecutivo japonés, abiertamente pro energía nuclear, pueda afirmar a sus anchas que el desastre en Fukushima «ha concluido» exitosamente. El experto dice que el problema «no ha terminado» y que el hogar de miles en la zona del desastre «no es habitable».

«Los grandes bancos y grandes empresas eléctricas y de energía están poniendo beneficios antes que la salud pública», agregó Gunderson.

Según consigna en los documentos del informe del desastre nuclear de Fukushima Daiichi explican que este comenzó con un tsunami generado por un mortal terremoto en la costa pacífica de la región de Tōhoku.

Siete personas que vivían en Fukushima fueron diagnosticadas con cáncer de tiroides, según anunció el mismo Gobierno en junio. Esto eleva el número de casos de cáncer tiroideo relacionados al desastre a 152.

Por su parte, el Ejecutivo continúa negando la correlación entre estos casos y el desastre nuclear, aunque hay estudios que confirman que el cáncer de tiroides es causado por yodo radioactivo que se genera durante accidentes nucleares, como el de Fukushima.

El cataclismo dejó más de 800 kilómetros cuadrados alrededor de la planta totalmente inhabitables, y los 16.000 residentes del área fueron evacuados. En abril, funcionarios gubernamentales empezaron a hacer actos públicos en los que recibían de vuelta a desplazados de vuelta en su casa. Sin embargo, más de la mitad de los evacuados, viviendo en una ciudad cercana, afirmaron que no volverían aunque se levanten todas las restricciones.

Funcionarios de la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), la empresa encargada de limpiar el desastre, anunciaron este febrero que estaban teniendo dificultades para localizar restos de combustible nuclear dentro de uno de los reactores. La radiación dentro de la planta continúa disparándose hasta el punto de causar incluso a los robots un mal funcionamiento.

Según advierte Gunderson, «la celebración de los Juegos Olímpicos de 2020 en Japón es un esfuerzo por parte del actual gobierno japonés para hacer desaparecer de los ojos del público a estas fusiones de reactores nucleares».

«El gobierno japonés no ha dedicado suficientes recursos para tratar de contener la radiación liberada por las crisis», agregó en experto.

Otro experto, el doctor Tadahiro Katsuta, profesor asociado de la Universidad de Meiji, Japón, es miembro oficial del Comité de Examen de Seguridad de los Reactores Nucleares y del Comité de Examen de la Seguridad de los Combustibles Nucleares de la Autoridad de Reglamentación Nuclear, consigna que el peligro es inminente.

«Lo que considero como el más peligroso, personalmente, es el hecho de que el gobierno japonés ha elegido el prestigio nacional y la protección de las compañías eléctricas sobre las vidas de sus propios ciudadanos», dijo Tadahiro, quien redactó el texto de actualización sobre Fukushima para el Informe de Situación de la World Nuclear Industry.

El Gobierno del presidente Shinzō Abe ha estado brindando subsidios para vivienda a los que fueron evacuados, pero su anuncio reciente significa que estos subsidios ya no serán proporcionados. Muchos «evacuados voluntarios» se verán obligados a considerar volver a pesar de las persistentes preocupaciones sobre la radiación.

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