La rata topo desnuda sobrevive sin oxígeno como lo hacen las plantas

De acuerdo con una investigación del neurocientífico de la Universidad de Illinois, en Chicago, Thomas Park, realizada en conjunto con Gary Lewin, fisiólogo del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de Berlín, las ratas topo desnudas pueden habitar y sobrevivir en ambientes que carecen casi completamente de oxígeno para respirar.

Este roedor, completamente lampiño por naturaleza, tiene una expectativa de vida que es décadas más extensa que la de otros roedores, rara vez padecen cáncer y no siente casi ningún tipo de dolor. Una mutación genética en un neurotransmisor -con la que nacen- hace que pierdan la hiperalergia térmica, la sensibilidad a altas temperaturas y el dolor que estas producen, por ejemplo.

Pero lo más sorprendente de las ratas topo desnuda (Heterocephalus glaber) es que las células de su cerebro no mueren tan fácilmente ante la falta de oxígeno, como sí sucede con el resto de mamíferos, incluido el ser humano, cuando no recibe una adecuada oxigenación.

Respirar como planta

Estos roedores cuentan con un comodín, en caso de que el aire falte: sus neuronas quema fructosa y producen energía de forma anaeróbica, tal y como lo hacen las plantas.

En la investigación de Park y Delbrück, publicada en la revista Science, se expusieron a las ratas a condiciones de escasez de oxígeno en el laboratorio, y determinaron que estas liberaban grandes cantidades de fructosa en el torrente sanguíneo. La sustancia fue aprovechada por las células cerebrales para mantenerse vivas y funcionales, mediante bombas moleculares de fructosa, un mecanismo que solo existe en las células del intestino en todos los demás mamíferos.

Los científicos creen que este tipo de respiración evolucionó como un mecanismo de supervivencia para estos roedores, que viven mayormente en madrigueras varios metros por debajo del suelo, donde la circulación de aire es pobre, además de que viven en grandes colonias que consumen mucho oxígeno.