RADIACIÓN

Fukushima: Pescan en Japón descomunal mutación marina mientras detectan aguas con radiación nipona en Canadá

Cientificos japoneses se han enfrascado en dura polémica tras la captura de un “pez lobo” de gigantescas dimensiones, que algunos atribuyen a las primeras mutaciones marinas consecuencia de la radiación que emitió la planta nuclear de Fukushima tras el tsunami. Mientras tanto aguas radiactivas llegan a Canadá cuatro años después del desastre.

Su foto viralizó después de capturar un “pez lobo” de más de dos metros de largo. Foto: Twitter Hirasaka Hiroshi.
Su foto viralizó después de capturar un “pez lobo” de más de dos metros de largo. Foto: Twitter Hirasaka Hiroshi.

El pescador japonés Hirasaka Hiroshi, es conocido en su país por capturar especies diferenciales en aguas cercanas a las islas, las que fotograrfía y sube a Twitter. Esta vez sin embargo, su foto más que popular viralizó, después de capturar un “pez lobo” de más de dos metros de largo –cuando a lo sumo pasan de un metro- en aguas cercanas a la planta nuclear de Fukushima, donde fue más potente la contaminación radiactiva. El pez, que habita en los fondos del oceáno, fue capturado en las costas de la isa de Hokkaido, cerca de Kukushima, según publica el diario The Daily Telegraph.

Los biólogos marinos sin embargo debaten si realmente se trata de una mutación, ya que el pez, aunque con características monstruosas, solo lo parece, ya que la especie es de esa anatomía. En cuanto al descomunal tamaño afirman la posibilidad que a falta de otros predadores, que han desaparecido de esa zona de aguas, el animal podría haber alcanzado una talla gigantesca por sobrealimentarse.

Del otro lado del océano la radiación es detectada

Mientras tanto equipos científicos canadienses confirmaron la detección de restos de cesio 134 y 137, procedentes casi con toda seguridad del accidente nuclear de Fukushima, en aguas costeras de la localidad de Ucluelet, en la Columbia Británica.

La Institución Oceanográfica Woods Hole, había anticipado meses atrás el descubrimiento ahora confirmado, pero ha reconocido que las partículas contaminantes son infinitesimales y no afectan la salud humana. “Habría que bañarse un año entero en estas aguas, para recibir por esta causa una radiación mil veces menor que la experimentada a causa de una radiografía dental”, señalaron las autoridades sanitarias.

Técnicos en mareas y corrientes, alertan que el fenómeno seguramente se repita en otros puntos en tanto, puede haber quedado rastros de radiactividad en el llamado Giro del Pacífico Norte, una zona formada por las corrientes marinas del archipiélago japonés y la costa norteamericana, al este de las islas Hawaii.

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