Acuerdo de China y EE.UU. ante el cambio climático es “completamente insuficiente”

Las reacciones a los anuncios de los presidentes Xi y Obama no se hicieron esperar desde la comunidad científica, donde la gran mayoría entiende que simplemente se ha “pateado la pelota hacia adelante” y se habla de la próxima década como el horizonte para iniciar la reducción de gases de efecto invernadero cuando todo apunta que de no tomar medidas de inmediato la situación podría convertirse en irreversible.

Las dos grandes potencias, son las responsables de la emisión del 45% de los gases poluentes y el CO2, que cambian el clima en el planeta, y sus intenciones, basadas en fuertes discursos al término de las negociaciones parecen no pasar de la retórica.
La reducción de las emisiones sería de un 28% para 2025 por parte de EE.UU., tomando como base las de 2005, mientras que China se limita a dejar de aumentar sus emisiones recién a partir de 2030.

Los compromisos son importantes pero no definen el futuro

Estados Unidos es el mayor contaminante desde hace décadas, acorde a sus propios datos y el gobierno de Washington se ha negado a firmar el Protocolo de Kyoto, el mayor acuerdo internacional para reducir las emisiones, signado en 1997.

China afirma no tener datos de sus emisiones, y está amparada de algún modo por su condición de potencia emergente, y en tanto país en vías de desarrollo no es responsable de la acumulación del calentamiento global. No obstante su vertiginosa industrialización, sin mayores controles del daño ambiental, ha disparado sus emisiones en menos de dos décadas.

Los ecologistas afirman ahora que de modo alguno las potencias están anunciado siquiera lo mínimo que podrían y que los anuncios para la década próxima, de aumentarse acorde a lo menos que se necesita para controlar el cambio climático tampoco incidiría en la producción ni economía de los mayores emisores.

Mientras los países europeos que tienen una propuesta una reducción de emisiones del orden del 40% para 2030, ya desarrollan planes en esa línea, las potencias en absoluto han dicho de qué forma se proponen reducir las suyas, lo que habría hecho al menos más creíble la propuesta.