San Pablo comenzó a bombardear nubes para que llueva en medio de su peor sequía

Desde diciembre del año pasado que no llueve en el Estado más poblado de Brasil y después del tórrido verano sin precipitaciones, éstas no llegaron ni con el otoño ni con el invierno. El Sistema Cantareira que abastece buena parte de los más de 21 millones de habitantes de la región metropolitana paulista, se encuentra así tan desabastecido de agua como los mismos ríos principales que cruzan la capital: el Tieté, el Pinheiros y el Tamanduateí, están literalmente secos.

Así las cosas y ante la preocupación por un endurecimiento de la sequía, los paulistas han comenzado a bombardear las nubes que se forman sobre distintos puntos del Estado, para que llueva, sea como sea.

El bombardeo da sus primeros resultados y esperan más todavía

La Compañía de Saneamiento Básico del Estado de Sao Paulo firmó un contrato con la empresa Modclima, la que comenzó a encargarse de diseminar la base de las nubes que se forman principalmente en las cinco represas del sistema acuífero regional, con lo que ha logrado lluvias.

El sistema si bien no es novedoso en el mundo, sí lo es para los paulistas que están logrando recuperar algo de las severas pérdidas hídricas sufridas.

Los primeros datos oficiales afirman que el bombardeo está logrando hasta el momento que más de 12.500 millones de litros se hayan precipitado en las represas, lo que equivale a poco más del 1% de la capacidad de reserva, pero está implicando además que la caída abrupta en los niveles de los embalses se haya controlado.

San Pablo ha sido declarado el Estado con peor sequía actualmente en todo Brasil, dentro de un contexto que afecta la región.