Ecología

Maravillas de la naturaleza: 10 especies asombrosas recientemente descubiertas

En una recopilación del Instituto Internacional de Exploración de Especies se reúnen los descubrimientos más recientes de animales, plantas y organismos unicelulares.

Un comité internacional de taxonomistas y expertos seleccionaron los “top 10” de una base de datos de 18.000 nuevas especies descubiertas y nombradas en el año pasado. La lista se lanzó en la fecha de conmemoración del nacimiento de Linneo, el padre de la taxonomía moderna.

La lista es ampliamente variada, ya que incluye desde un pequeño mamífero en las montañas a un árbol gigante que nadie había identificado, e incluso diminutos organismos fantasmales, confirmando que todo es posible en la naturaleza.

Olinguito en Tandayapa, Ecuador / Foto: Mark Gurney
Olinguito en Tandayapa, Ecuador / Foto: Mark Gurney
Olinguito

Bassaricyon neblina – El encantador olinguito habita en los bosques nublados de la cadena andina en Colombia y Ecuador. Este animalito de 2kg parece una cruza entre un gato y un osito de peluche. Es una criatura arbórea, de hábitos alimenticios carnívoros y pertenece a la familia de los mapaches. Es el primer mamífero descubierto en nuestro continente en los últimos 35 años. La constante deforestación del área donde vive es la principal amenaza para esta especie recién hallada.

Detalle de las hermosas flores del árbol dragón de Kaweesak
Detalle de las hermosas flores del árbol dragón de Kaweesak / Foto: Warakorn Kasempankul – Parinya Siriponamat
Árbol dragón de Kaweesak

Dracaena kaweesakii – Imposible imaginar que un árbol de 12 metros pasara desapercibido tanto tiempo, pero este árbol de las montañas de caliza de Tailandia y Birmania pertenece a una población reducida de 2.500 especímenes. Sus hermosas hojas son suaves y con forma de espada, con bordes blancos y flores de color crema y naranja. La producción industrial de concreto que toma como materia prima la caliza que sustenta a los árboles dragón de Kaweesak pone en riesgo su persistencia.

Anémonas del hielo en Antártida / Foto: SCINI
Anémonas del hielo en Antártida / Foto: SCINI
Anémonas bajo cero

Edwardsiella andrillae – Esta anémona marina vive en temperaturas extremadamente frías bajo una glaciar en la Antártida. No es claro cómo sobrevive en este ambiente, y es la primera especie reportada en tales condiciones. Miden 2.5 centímetros y sus cuerpos amarillo pálido están enterrados en el hielo, mientras sus dos docenas de tentáculos bailan en el agua helada.

Camarón esqueleto macho / J.M. Guerra-García
Camarón esqueleto macho / J.M. Guerra-García
Camarón esqueleto

Liropus minusculus – El camarón más pequeño de su género ha sido recolectado de una romántica isla en las costas de California. Por su apariencia etérea y traslúcida quienes lo descubrieron hallaron similitudes con una estructura ósea. El diminuto macho mide solamente 3.3mm y las hembras son aún más pequeñas, superando vagamente los dos milímetros.

Hongo penicilina naranja / Foto: Cobus M. Visagie y Jan Dijksterhuis
Hongo penicilina naranja / Foto: Visagie y Dijksterhuis
Penicilina naranja

Penicillium vanoranjeiColonias de color naranja intenso diferencian a este hongo, que fue nombrado en honor a la familia real de Países Bajos. La especie fue aislada en suelo de Túnez, y se descubrió que es capaz de producir una matriz extra-celular que funciona como sombrilla, para proteger a la colonia de las inclemencias del sol.

Gecko cola de hoja, un artista del camuflaje australiano / Foto: Conrad Hoskin
Gecko cola de hoja

Saltuarius eximius – El exquisito (de ahí su nombre eximius) reptil tiene una cola ancha que emplea como camuflaje. Sus miembros son más largos, su cuerpo más esbelto y sus ojos son más grandes que el resto de las especies Saltuarius. Su coloración moteada complementa las técnicas de mimetismo, para esconderse en los ambientes de bosque lluvioso y hábitats rocosos de Australia. Este animalito nocturno es parte de una población muy reducida, y se sospecha que es única.

Protista carnívora que construye una caparazón con sílice / Foto: Manuel Maldonado
Protista forzuda

Spiculosiphon oceana – El organismo unicelular mide hasta 5 centímetros de altura, siendo un gigante en el mundo de las criaturas con una célula. Ha sido bautizado como el “físico culturista del Mediterráneo” por su capacidad de recopilar piezas de sílice y construir a su alrededor un caparazón, como si de ladrillos se tratase. Descubiertos en cuevas sumergidas en España, luego de su transformación se comporta y alimenta como una esponja carnívora.

Listos para despegar, microbios en sala antimicrobios / Foto: Instituto Leibniz y Laboratorio de Jets a Propulsión
Microbios en sala antimicrobios

Tersicoccus phoenicis – Hallados en las instalaciones donde se ensamblan las naves espaciales, esta especie microbiana podría fácilmente contaminar otros planetas que sean visitados por el vehículo. Recolectado en dos lugares a 2.500 millas en Estados Unidos y Guyana Francesa. Se supone que son resistentes a las frecuentes esterilizaciones y condiciones extremas de pH, temperatura, salinidad y exposición a luz UV.

Tinkerbella nana al microscopio electrónico / Foto: Jennifer Read
Avispilla “Campanita”

Tinkerbella nana – Esta avispa parásita de Costa Rica recibe su nombre de Campanita, el hada del cuento “Peter Pan”. Con un excepcional tamaño de 250 micrómetros, se ubica en la lista de los insectos más chicos y se suma a las 1.400 especies de la familia Mymaridae. Si bien no se conoce aún cuál es su huésped, se supone que su vida no es más larga que un par de días y ataca huevos de otros insectos.

Caracol con cúpula transparente en cueva Trojama, Croacia / Foto: Jana Bedek
Caracol fantasma

Zospeum tholussum – A 900 metros de profundidad y en total oscuridad, habita una especie de caracol que no tiene ojos y tampoco presenta pigmentación en su caparazón, dando al caracol una apariencia de fantasma. Sólo un espécimen vivo pudo ser colectado en cuevas de Croacia pero muchas conchas fueron halladas en las inmediaciones. El pequeño de 2 milímetros de largo, es extremadamente lento comparado con otros caracoles, moviéndose a la semana pocos milímetros. Eso hace suponer a los científicos que navega las corrientes o usa otros animales como taxi para trasladarse.

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