MIGUEL LIVICHICH EN VIVO EN SALA VERDI

Del Sindykato a Capicúa

Livichich, junto a Juan Decrescencio (autor del «Candombe del olvido» que grabó Alfredo Zitarrosa) fue protagonista de la fermental movida de fines de los años sesenta y comienzos de los setenta, cuando la formación del legendario conjunto El Sindykato se transformó en vocero de muy buena parte de una generación. Hoy, después de casi tres décadas de mantenerse «por fuera» de los escenarios y del mundo del disco, este creador uruguayo retorna con una obra que recoge dos piezas fundamentales de su labor primigenia: «Don Martín» y «Para hacer música, para hacer» y nuevas canciones que se sitúan en este farandulesco siglo XXI, acaso para demostrar que «a pesar de todo lo que hicimos, seguimos siendo los mismos». Canciones que reflejan la dura realidad por la que discurrimos hoy, una realidad más cruel y dura que la de aquellos ya lejanos años sesenta.

Su regreso entonces, no significa una vuelta al pasado, muy por el contrario, sus canciones: las nuevas y también aquellas mantienen plena vigencia.

En una breve charla mantenida en nuestra redacción, el músico expresó que «volver al ruedo, volver a escribir canciones y cantarlas significa que quiero seguir expresándome. Tengo cosas que decir, cosas que comunicar y el hecho de que no haya tocado durante todo este tiempo no significa que no haya compuesto. En este disco hay sólo dos temas de antes, los demás son todos nuevos. «El vuelo», por ejemplo, es una canción que realicé basado en una entrevista que se hizo a Pepe Mujica y a Lucía Topolansky. Después de todo lo que pasaron, antes, durante y después de la dictadura, seguir como pareja y quererse como se quieren es algo impresionante». Así sintetiza Livichich su modo de pararse en la realidad de 2001. «Otro tema que tiene pocos meses de compuesto es la guajira titulada «La verdad: ¿dónde están?» que la hice el día en que se formó la Comisión para la Paz. Otro factor que ha incidido en mi regreso al disco y a los escenarios –continúa el músico– es que además de expresarme, quería probar las nuevas tecnologías».

«Eso me llevó a mejorar la parte musical, a tener un sonido nuevo. Tal vez el disco tiene un alma del 70 y un sonido 2001. Esto también me llevó a descubrir algo jodido, los medios de difusión siguen sin escuchar atentamente los discos que se les entregan».

«Todo sigue igual como hace treinta años. Como otros artistas, tengo cosas que decir y lo menos que pido es que se preste atención a los textos, más allá de gozarse con la música. Sólo incluí dos temas del pasado que, sin embargo, entiendo que tienen absoluta vigencia, por ejemplo ‘Don Martín’. Pasó la dictadura y todo sigue igual, un gordo barrigón cae cada cinco años a hacer promesas. Creo que somos pocos pero bien montados, no pretendo llegar a lo masivo, considero que encontrar un tema bueno en el dial de radios es casi imposible. Es muy difícil encontrar temas no sólo de autores nacionales, sino también extranjeros, que digan cosas que realmente importen», afirmó Livichich con aire irónico.

La banda que lo acompañará esta noche en la sala ubicada en Soriano 914, estará integrada por Fernando Calleriza y Leonardo Livichich en guitarras y coros, Daniel Alvarez en batería, Fernando Bele en bajo y coros, Washington Pechetto, Mauricio Sotelo y Adrián Pecheto en percusión. *

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