Policial. Se estrena hoy un thriller rodado en el popular barrio montevideano

"Reus": radiografía del hampa urbana

Por otra parte, «Plata quemada» de Marcelo Piñeyro, era argentina si bien tuvimos una acotada presencia en coproducción y otros rubros). De todas maneras, lo que realmente importa es que esta apuesta cinematográfica quizás continúa proyectando una tendencia al rodaje de cine de género dentro del panorama audiovisual criollo. Algo que ya se había señalado con la propuesta de terror psicológico planteado en «La casa muda» y que busca conectarse con el gran público sin intermediarios. En este caso, a través de un argumento conflictivo sobre bandas rivales en pleno Barrio Reus, el resultado puede catalogarse de satisfactorio en el marco de un trabajo que presentaba diversas dificultades en su formulación. Por un lado, a modo de ejemplo, resultaba inevitable la comparación con productos de la industria fílmica internacional -sobre todo estadounidense- que tiene sobradas credenciales en su haber. A su vez, el trío directriz compuesto por Alejandro Pi, Pablo Fernández y Eduardo Piñero apostó a un trabajo con un elenco amateur en su mayoría, para encarar una realización que toca zonas sensibles de la problemática nacional como lo son la delincuencia, la inseguridad y consumo de drogas. Más allá de lo señalado, otras áreas delicadas, en el caso de la corrupción policial y el uso de fuerzas ¿paramilitares? por parte de integrantes de la colectividad judía en territorio empresarial, también se exponían (o exponen) a una crítica lapidaria por aquellos que puedan sentirse injustamente reflejados en la pantalla. En medio de esta inquietante amalgama, el filme «Reus» tenía serias posibilidades de resbalar (y desbarrancarse) al fondo de un precipicio repleto de simplificaciones en borrador que terminaran con un fiasco estereotipado. Sin embargo, a pesar de las posibles limitaciones técnicas que puedan detectarse, en su conjunto la película puede considerarse como razonablemente aceptable, incluso en la descarnada visión crítica frente a segmentos erosionados de una comunidad que acrecienta su brecha con lo marginal. No es un retrato agradable pero tampoco delata un criterio esquemático sino realista en su concepción global y desarrollo de los acontecimientos.

Desde las tomas aéreas de Montevideo, que remedan (y quizás homenajean) esos clásicos comienzos de las películas policiales norteamericanas, hasta el trazado de algunos perfiles singulares, la película se ubica en el marco de una labor criteriosa y prolija. Una prolijidad no exenta de buen ritmo para filmar algunas escenas de laberínticas persecuciones y que también supo evitar declamaciones académicas o diálogos dubitativos por parte de algunos «actores» accidentales. Descontando ciertos problemas de audio (o de entendimiento) que hacen a giros idiomáticos perdidos en la nebulosa de los sucesos (No estaría mal llevar el «diccionario plancha» que entregan con la puesta en escena de la obra teatral «Rescatate»), el largometraje logra una estatura acorde a sus pretensiones y puede llegar a ser una agradable sorpresa en taquilla. No estaría mal, después de todo. Vale.

«Reus» (Uruguay/Brasil; 2010). Guión y Dirección Pablo Fernández, Alejandro Pi y Eduardo Piñero. Producción Pablo Fernández; Fotografía Martín Espina. Edición Sebastián Cerveñansky. Música Rodrigo Gómez (Uruguay) y Sergio Rojas (Brasil). Con Camilo Parodi, Micaela Gatti, Cecilia Patrón, Gabriel Villanueva, Leopoldo Otero, Walter Echando y Luis Alberto Acosta.

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