Dolor. Fallecieron dos formidables intérpretes: Nelly Weissel y Alvaro Borges

El teatro nacional está de duelo

Alvaro Borges, que nació en Montevideo el 8 de agosto de 1955, era egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático y estuvo vinculado a la Comedia Nacional por sus actuaciones en «El magnífico cornudo» de Crommelynck en 1975, «Bodas de sangre» de García Lorca, en 1976, «La mujer silenciosa» de Jonson en 1977, «La última madrugada» de Plaza Noblía en 1980, «El proceso» de Kafka y «El burgués gentilhombre» de Molière en 1981 y «Sueño de una noche de verano», de Shakespeare, en 1985.

Dirigió «¡Qué suerte que esta noche voy a verte!» en 1989 y «Entre tinieblas», de Pedro Almodóvar y Fermín Cabal. (1994). Es posible que sea más recordado por su vinculación con la Compañía Teatral Italia Fausta, de la que fue fundador y donde se desempeñó como autor («Mis quince años», 1992), actor y director; en 1993 estuvo en Cuba becado por la Escuela Dramática de Centroamérica y el Caribe que dirigía Osvaldo Dragún. Su carrera como actor fue más considerable: así en «La paz», de Aristófanes (1983); «De víctimas y victimarios» de Korz, (1984), «Oh, papá, pobre papá, mamá te colgó en el ropero y yo estoy tan triste», de Kopit y «Las damas del buen humor» de Goldoni (1985), Arlequín, servidor de dos patrones, de Goldoni (1992). «Cándido» de Voltaire y «Atrás del Mercosur» de Dino Armas (1997), «Eduardo II» de Marlowe, (1999), «Problemas tenemos todos», de Goldin y De Oliveira (2001) «La bien pagá» (2002), «Muñecas del cha-cha-chá» (2003), «Siga el baile, siga el baile» (2004).

El buen carácter y el espíritu servicial de Borges lo hicieron querer y apreciar por cuantos lo conocieron.

Nelly Weissel, actriz, autora y directora, nació en Montevideo, el 26 de junio de 1920 y fue uno de los fundadores del teatro La Máscara. Su carrera de actriz comenzó inespera!=damente cuando, autora de una única obra, «Gabriela» (El Tinglado, 1951), debió reemplazar a la actriz que hacía el papel protagónico. En medio de su carrera cometió un crimen pasional que le valió años de cárcel, reintegrándose luego al teatro con «Pecados mínimos» de Ricardo Prieto (1995). Como directora puso en escena «Llegaron a una ciudad» de Priestley (1953), «La visita» de Atilio J. Costa (1955), «Te y simpatía», de Robert Anderson. (1958) y «Enterrar a los muertos» de Conteris (1961). La mayor y mejor parte de su vida fue dedicada a la actuación, desempeñando papeles protagónicos, la mayor parte de ellos como integrante de la Comedia Nacional (1972- 1990) en infinidad de obras, de las que mencionaremos «Té y simpatía» de Anderson. (1956 y 1958), «Vuelve, pequeña Sheba» de Inge, (1959), «A puerta cerrada», de Sartre (1960), Viaje de un largo día hacia la noche» de O’Neill (1961), «El tío Vania» de Chejov (1974). «El estupendo carnudo» de Crommelynck (1974), «Los novios de Loches» de Feydeau y «Knock o El triunfo de la medicina» de Romains (1976), «Yerma» de García Lorca, «El avaro» de Molière y «Así es (si os parece)» de Pirandello (1977), «El té de los jueves» de Loleh Bellon y «El león ciego» Herrera (1979); «Living room» de Greene (1980), «Un tranvía llamado Deseo» de Williams y «El proceso» de Kafka (1981), «La casa de Bernarda Alba» de García Lorca (1982), «Las tres hermanas» de Chejov (1983), «Woyzzeck» de Büchner (1986), «Savannah Bay», de Duras y «Lazos de ternura»de Bellon (1987), «Las brujas de Salem» de Miller (1988) y «Todo terminó» de Albee (1990).

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