Diferencia. En nuestro país se celebra el 26 de mayo, fecha aniversario de la Biblioteca Nacional

Se celebra hoy el Día mundial del libro y del Derecho de autor

La fecha fue elegida, ya que el 23 de abril de 1616 falleció Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la novela considerada la obra cumbre de la literatura española. Pero también coincide con el fallecimiento de William Shakespeare, para muchos, el equivalente a Cervantes de la literatura inglesa.

También un 23 de abril nacieron o murieron otros eminentes escritores: Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la Unesco para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura.

La idea de esta celebración partió de Cataluña (España), donde este día es tradicional regalar una rosa al comprador de un libro.

 

Coincidencias

El «Día mundial del libro y el derecho de autor» fue formalmente instaurado por la Unesco recién en 1995. Sin embargo, los orígenes de esta celebración se remontan al año 1926, cuando en Valencia, España, el editor Vicente Clavel y Andrés propuso dedicar un día del año en homenaje a los libros. Evidentemente ese día debía estar relacionado, de algún modo, con el máximo exponente de la literatura española: Miguel de Cervantes. Pero al no saberse con exactitud qué día nació (aunque por cuatro años se celebró el Día del Libro el 7 de octubre, una de las fechas probables), en 1930 se eligió definitivamente la fecha de su defunción: 23 de abril de 1616.

La tradición se afirmó en España y comenzó a extenderse: en 1964 lo adoptaron todos los países de lengua castellana y portuguesa, y en 1993 también la Comunidad Europea. Semejantes antecedentes llevaron al gobierno de España (con el apoyo de la Unión Internacional de Editores) a presentar a la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) la idea de proclamar el 23 de abril como «Día mundial del libro». La propuesta, junto con el agregado sobre el «Derecho de autor» propuesto por Rusia, fue aprobada unánimemente por todos los Estados miembros durante la vigésimo octava sesión de la Conferencia General de la Unesco. Así quedó definido el 23 de abril de cada año como «Día mundial del libro y el Derecho de autor».

Pero para lograr esta aprobación unánime no era suficiente con el homenaje a quien fuera el más ilustre autor de lengua castellana, sino que se ha sumado la notable coincidencia de que también William Shakespeare (el máximo exponente de la lengua inglesa) falleció en esa misma fecha. Y para completar las coincidencias, también Garcilaso de la Vega (el Inca) falleció el 23 de abril de 1616. Esto explica la unanimidad que se ha dado en la adopción de esta fecha, puesto que se trata de insignes figuras de la literatura universal.

Si bien Shakespeare falleció en la misma fecha que Cervantes y Garcilaso, no fue exactamente el mismo día, porque por esa época los ingleses todavía tenían su calendario desfasado unos días con respecto al mundo católico, por lo cual Sir William murió con diez días de diferencia (antes o después según diversas fuentes) con respecto a El Manco de Lepanto y el Inca.

 

Entendimiento, tolerancia y diálogo

«El libro ha sido, históricamente, el elemento más poderoso de difusión del conocimiento y el medio más eficaz para su conservación», expresa la resolución de la Conferencia General de la Unesco. «Considerando, por consiguiente, que toda iniciativa que promueva su divulgación, redundará oportunamente no sólo en el enriquecimiento cultural de cuantos tengan acceso a él, sino en el máximo desarrollo de las sensibilidades colectivas respecto de los acervos culturales mundiales y la inspiración de comportamientos de entendimiento, tolerancia y diálogo».

Koichiro Matsuura, director general de la Unesco, al referirse recientemente a la importancia de esta celebración expresó: «En estos tiempos en que todo lo relacionado con la cultura es tan efímero ­sobre todo de la mano de la televisión y las computadoras­, es importante volver a descubrir la esencia de las buenas cosas que hemos ido dejando de lado, para verlas desde su verdadera entidad y no dejar de aprovechar todo lo bueno que nos pueden ofrecer. La reflexión que conlleva el leer tranquilamente un papel no es reemplazable por ningún otro medio. Un libro es mucho más que varias páginas impresas: es el contacto con el conocimiento, con el pensamiento de muchos hombres, con diversas culturas».

Para los hispanoparlantes el 23 de abril tiene también otra connotación al celebrarse el Día del Idioma en homenaje al autor de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha».

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