Artistas uruguayos dominan las inauguraciones

Tampoco los artistas locales tienen la más mínima posibilidad de salir al exterior y así, el país cultural, sin intercambios recíprocos, no existe, aislado del mundo y de los creadores que recogen el ritmo de la vida. Salvo por Internet, por supuesto y que, según las estadísticas, es un porcentaje mínimo que la utilizan.

Huérfanos de cualquier apoyo oficial, sin salones nacionales o municipales, suspendidos como el Fondo Capital que, con múltiples defectos organizativos e integración de jurados, sacudían temporariamente la modorra provinciana, creando ciertas expectativas y polémicas parroquiales, las exposiciones están signadas por la indigencia en la mayoría de los rubros que la integran. Si hay dinero para pagar cifras desmesuradas a jerarcas de la comuna capitalina y del Estado, parece una actitud cínica e hipócrita celebrar el Día del Patrimonio habilitando, por un día, museos en condiciones lejanas a las exigencias de la museología actual, parcialmente recorribles o en un marco de pobreza indescriptible (Casa Quinta de Batlle).

Que Vicente Martín (1911-1998) y Oscar García Reino (1907-1993) tengan un simulacro de homenaje por parte de la OEA en el hall de entrada del Edificio Anexo del Palacio Legislativo, es paradigma de la incompresión del significado de estos dos maestros (además fueron maestros de maestros) que nunca, en vida, tuvieron una antológica o una retrospectiva. No parece correcto rescatar dos figuras históricas en un espacio inadecuado con obras mal señalizadas (no tienen fechas), peor iluminadas y caprichosamente colgadas. Al parecer, todos contentos en el vernissage, con discursitos de ocasión, emotivos y sensibleros, entre saladitos y refrescos, pero sin referencias al justificado protagonismo de los presuntamente homenajeados. Una vez más, el arte nacional quedó postergado en su auténtica dimensión recuperadora.

Inauguraciones de la semana

Instalación de Mariana Méndez (Colección Engelman Ost, martes a las 19.00). Con el título «AZ13″, la fotógrafa uruguaya Mariana Méndez presentará una instalación de carácter autobiográfico y concebida en dos instancias. La primera parte incluye la reconstrucción de su historia personal (es joven, no debe ser larga) desde una perspectiva actual. Emplea material fotográfico propio y de herencia familiar, en su forma original, reproducida o alterada. En la segunda, elabora su actual situación desde lo cotidiano y en proyección de futuro.

Méndez hace hincapié, para la instalación, en el concepto del círculo como elemento fundamental de la vida, desde tres ópticas complementarias: el círculo de vida en su sentido evolutivo, el círculo familiar, entendido como un valor antagónico (protección/desprotección, estímulo/freno, desarrollo/anulación) y el círculo actual, desenvuelto en la intimidad y resultante de una interacción histórica de los anteriores y punto de partida para recomenzar el nuevo círculo.

Mariana Méndez realizó dos unipersonales (Cuerpos modernos, 1994, y Circum, 1997, y participó en veinte colectivas además de obtener el Primer Premio en la VI Muestra Nacional de Plásticos Jóvenes.

Instalación de Martha Castillo (Espacio Cultural MEC, miércoles a las 19.00). «A través de la mirilla», es una instalación resultante del proyectro «¿Qué América construimos?». Se trata de tres macro-imágenes en papel traslúcido que posan suspendidas en el aire. Más allá, una línea de baldes de construcción con agua recibe el reflejo de otras imágenes. Sobre la pared del fondo, múltiples frasquitos autoiluminados proyectan distorsionadas sobre la pared, las mismas imágenes o sus aspectos parciales. A la entrada, un ojo nos mira, flotando en el agua de un balde. Se intenta crear un ambiente de intimidad enmarcado en un lenguaje de obra en construcción.

La instalación tuvo su disparador en «Apocalipsis en Solentiname», el cuento de Julio Cortázar, así como en las visitas a las bienales de La Habana y del Mercosur, y las obras registradas fotográficamente por la autora, revelaron otra realidad que se empalmaba con las otras.

Pablo Damiani, escultura (Sala C.F. Sáez, miércoles a las 19.00). Nacido circunstancialmente en Nueva York, en 1961, cuando su padre disfrutaba de una beca Guggenheim (el eminente pintor Jorge Damiani), Pablo Damiani es un escultor que desde la primera muestra en 1984 mostró sus dotes excepcionales para trabajar la madera. Luego de una etapa muy promisoria se engolosinó con el oficio y el virtuosismo lo condujo hacia un sesgo decorativo que redujo los alcances expresivos inciales. Aparentemente, por las fotos del catálogo, se reintegra a la economía de medios y a una artesanía de raíz torresgarciana.

Otras inauguraciones. Son muchas. En la Sala Figari del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Embajada de España y AECI, auspician la muestra de Fernando Oliveri, dibujante y pintor (Montevideo, 1957, con estudios con Clever Lara y Gustavo Alamón), con numerosos premios recibidos y exposiciones realizadas. Con pinturas lo hace Alfonso Centrón desde Galería Pocitos (martes a las 19.00), Fanny Zinamanas, esculturas, y Berta Castelo, pintura, en la Nueva Congregación Israelita (Miércoles a las 19.00) e Hilda Lezama, también pinturas, en el Club Uruguay (miércoles a las 19.00). Ana de Prado, con estudios con Clever Lara y Carlos Seveso, exhibirá desnudos en Galería Cinemateca (miércoles, a las 19.00) y Ana María Castagnetto, autodidacta con asistencia a los talleres de Ramos, Alamón y Aída Moreno, ocupará el espacio cultural del Círculo Informático (viernes a las 19.30).