LIBROS

Nombre clave: Patria

En «Nombre clave: Patria», el escritor y periodista Raúl Vallarino desarrolla una profusa investigación histórica, destinada a revelar los entretelones de la vida de África de las Heras, la misteriosa espía del KGB ruso que estuvo casada con el escritor uruguayo Felisberto Hernández.

En este relato que mixtura la realidad con la ficción, el autor trabaja con la materia prima del tiempo y el espacio, con el propósito de reconstruir el prolongado itinerario existencial de la protagonista.

No en vano la narración se inicia en 1988 en la habitación de un hospital moscovita, donde agoniza la legendaria espía, admiraba y condecorada heroína nacional de la hoy fenecida Unión Soviética.

Por entonces, la URSS afrontaba un punto de inflexión: la reestructura iniciado por el reformista Mijail Gorvachov, que, pocos años después, barrió literalmente con el denominado socialismo real en toda Europa del Este.

Ese crucial acontecimiento de nuestra historia contemporánea, tuvo como consecuencia la desaparición del mundo bipolar de la post guerra y la inauguración del terrible imperialismo unipolar liderado por los Estados Unidos.

Mediante dos personajes clave ­un investigador militar ruso y un memorioso ex archivista del KGB – Raúl Vallarino avanza en la recreación de la figura de la mítica agente secreta.

El libro se remonta inicialmente a 1909, en Ceuta, un pequeño enclave español situado territorio africano, donde nació precisamente África de las Heras Galván.

Aunque pueda resultar contradictorio con su posterior adhesión al comunismo y su trabajo político y militar para el estalinismo, la joven se educó en un colegio religioso de Madrid.

La obra abunda en referencias históricas al conflictivo paisaje político de la España de la primera mitad del siglo, dominado por la violencia y la confrontación de ideologías antagónicas.

Este escenario fue el caldo de cultivo de la Guerra Civil Española, una de las conflagraciones fratricidas más sangrientas de todos los tiempos, que culminó con el triunfo del fascismo y la instalación de la salvaje dictadura de Francisco Franco.

El heroísmo de miles de patriotas republicanos que se inmolaron por la democracia, no pudo evitar el aluvión del totalitarismo ultraderechista que se apropió de Europa Occidental, cuyas expresiones más terribles y reaccionarias fueron el nazismo alemán y el fascismo italiano.

A través del testimonio de esos dos personajes literarios, el autor asume la minuciosa reconstrucción de la vida de esta mujer, que estuvo intrínsecamente asociado a la guerra fría.

Uno de los episodios más sorprendentes narrados en esta novela, es la participación indirecta de Patria en el asesinato del revolucionario León Trotski, durante su exilio en México.

Identificada como María de la Sierra, la espía logró ganarse la confianza del político disidente e incluso transformarse en su secretaria y la traductora de sus escritos.

Según la información recabada y contenida en este trabajo, si bien la espía soviética no participó materialmente en el homicidio ordenado por Stalin y perpetrado por Ramón Mercader, se presume que la información de inteligencia que aportó habría sido determinante para el éxito de la misión.

Mixturando la recreación histórica con la intriga política, Raúl Vallarino sitúa al lector en la convulsionada escenografía europea de la Segunda Guerra Mundial, durante la cruenta invasión de las tropas alemanas a la Unión Soviética.

La obra corrobora que la agente secreta, que era especialista en comunicaciones radiales y una mujer militarmente muy bien adiestrada, tuvo también una crucial participación en la organización de la resistencia armada a la luego abortada ofensiva nazi.

El tramo sin dudas más significativo de la novela es el inherente a la relación y matrimonio de Patria con el escritor uruguayo Felisberto Hernández, que le permitió a la inteligencia soviética instalar una cabeza de puente en el cono sur latinoamericano.

Discurriendo entre la realidad y la ficción literaria, Raúl Vallarino registra el minucioso operativo que permitió a la espía, cuya identidad fue desde ese momento María Luisa de las Heras, radicarse en nuestro país a fines de la década del cuarenta.

Su casamiento con el prestigioso escritor uruguayo, que paradójicamente era un acérrimo anticomunista, permitió a Patria obtener la ciudadanía legal y cosechar importantes relaciones en los círculos más distinguidos de la sociedad de la época.

Aunque pueda parecer inverosímil, el apoyo económico encubierto de Moscú, que llegaba a través de la legación diplomática soviética en Montevideo, permitió solventar la economía doméstica del matrimonio.

El relato, concebido con un riguroso criterio cronológico, permite corroborar que las actividades de Patria trascendieron en el tiempo a su mera relación con Hernández, de quien se divorció no bien regularizó su situación legal y se mimetizó en los más altos círculos sociales uruguayos.

Más allá de su sesgo eminentemente novelesco, la narración incursiona en los territorios de la historia contemporánea, confirmando que Montevideo fue, en buena medida, un importante enclave del entramado de la red de espionaje soviético que operó en América del Sur.

Raúl Vallarino despliega un vasto universo de personajes, integrado por otros agentes secretos clandestinos que desarrollaron actividades en nuestro país y hasta algunos dirigentes políticos uruguayos de la época, que naturalmente no identifica.

Sin desestimar algunas intrincadas y hasta inesperadas vueltas de tuerca que utiliza como recursos literarios, el autor imprime a su novela un ritmo ágil y por momentos hasta atrapante.

Vallarino recrea el Uruguay de tiempos de la guerra fría, cuando las dos grandes potencias que lideraban sendos bloques de poder, dirimían supremacías en todo el planeta.

Obviamente, el narrador no soslaya una explícita referencia a las actividades que desarrollaba también la CIA, que, particularmente luego de la revolución cubana, puso bajo la lupa a los cada vez más influyentes movimientos latinoamericanos de izquierda.

Si bien el epicentro del relato es la vida de la legendaria Patria, Vallarino construye o reconstruye otros episodios que involucraban a los servicios secretos de ambas potencias, los cuales, a medida que se radicalizaba la confrontación entre rusos y norteamericanos, incrementaron sus operaciones en la región.

En el decurso de su relato, el periodista y escritor evoca algunos acontecimientos que retratan explícitamente los antagonismos ideológicos de la década del sesenta del siglo pasado, como el fallido atentado contra la vida de Ernesto «Che» Guevara en Montevideo.

Según el autor, alertados sobre lo que podía suceder, los espías soviéticos que operaban en nuestro territorio intentaron impedir el incidente. Pese a que el líder guerrillero resultó ileso, la agresión cobró una vida inocente.

De algún modo, este episodio real coadyuva a una cabal interpretación el estado de tensión y exacerbación ideológica instalado en nuestro país hace ya más de cuarenta años, luego del triunfo de la revolución cubana.

Las actividades de Patria, que mantuvo su adhesión ideológica a la Unión Soviética hasta las últimas consecuencias, se conocieron mucho tiempo después de que esta abandonó el país.

Incluso, el propio Felisberto Hernández, que fue un reconocido anticomunista, murió en la más absoluta ignorancia. Jamás se enteró que, paradójicamente, había estado casado con una agente del servicio secreto de la URSS.

«Nombre clave: Patria» es fruto de una prolija y minuciosa investigación histórica que abarca casi ochenta años de historia, contribuyendo a arrojar luz sobre el periplo existencial de un personaje de estatura realmente mítica.

El relato, que está novelado mediante un formato de intriga de espionaje, permite conocer a
una mujer de firmes convicciones ideológicas, que, en el acierto o el error, adhirió con pasión a la causa del internacionalismo comunista.

De la narración se infiere que Patria fue una eficiente y disciplinada pieza del engranaje estalinista, que no dudó en renunciar a sus sentimientos o eventuales afectos con tal de servir, con inclaudicable fidelidad, a los intereses estratégicos de Moscú.

Asimismo, el libro propone una atenta mirada sobre el conflictivo período de la guerra fría, cuando las dos potencias hegemónicas operaban, a través de sus respectivos servicios secretos, no sólo en Europa sino también en el continente americano. *

(Editorial Sudamericana)

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje