Conan Doyle era un asesino

Londres, (DPA)

El autor, de 58 años, asegura que Conan Doyle envenenó a su colega Bertram Fletcher Robinson. De él habría robado la idea para escribir la aventura más famosa del detective, El sabueso de los Baskerville.

Un portavoz de Scotland Yard dijo hoy en Londres que tomará contacto con Garrick-Steele y pedirá que les muestre el material en que basa sus afirmaciones. A pesar de ello, según la policía será muy difícil probar el hecho, ya que Doyle murió hace 70 años.

Garrick-Steele investigó durante once años para su libro sobre la relación entre Doyle y Fletcher Robinson. El tema surgió cuando en los años ochenta se mudó a la propiedad de Park Hill House junto a Dartmoor, la casa en la que suceden los hechos de El sabueso…

El investigador asegura sin embargo que no sabía nada acerca de la historia de la casa, hasta que un día encontró un misterioso cuadro del joven Conan Doyle. Luego Garrick-Steele descubrió que el escritor visitó la casa en1900 como invitado de Fletcher Robinson, quien vivía allí. De Conan Doyle habría oído por primera vez la leyenda de un perro fantasma en el pantano. Además, Fletcher Robinson le mostró a Doyle una copia de su historia Una aventura en Dartmoor. Sin preguntar si podía hacerlo, el escritor la utilizó en su exitosa novela. Mientras que el novelista se hacía rico y en 1902 incluso fue nombrado Sir, Fletcher Robinson tuvo que conformarse con una nota al pie de página.

Por miedo a que el engaño saliera a la luz, el «cada vez más y más podrido» Conan Doyle envenenó a su amigo en 1907.

Para ello utilizó láudano, una sustancia tranquilizadora que calma los dolores y que provoca síntomas similares al tifus, bien conocida por el médico.

Supuestamente, con el asesinato también quiso ocultar su romance con la mujer de Fletcher Robinson, Gladys.

Christopher Frayling, experto en la obra de Doyle, cree que esta teoría no es imposible. «Conan Doyle recibió mucha ayuda de Fletcher Robinson. Sin él, El sabueso… no hubiera existido, pero no recibió ningún agradecimiento por ello. A causa de eso se produjo una desavenencia entre ellos. Si las pruebas de un envenenamiento están suficientemente garantizadas por las fuentes, no puedo esperar más para leer el libro por completo», dijo. Por el contrario, la Sociedad Sherlock Holmes calificó la hipótesis de «absoluta tontería».

De confirmarse la historia, no sería la primera en que alguien vinculado al asesinato se hace famoso escribiendo libros. Anne Perry, una de las escritoras de novelas policíacas más famosas de los últimos años, ayudó siendo una adolescente a su amiga Pauline Parker a matar a su madre con un ladrillo. En esa época, los años 50 en Nueva Zelanda, la autora se llamaba Juliet Hulme. La historia de las dos jovencitas fue reflejada en la película «Criaturas celestiales». Tras pasar por la cárcel y salir en libertad a los 21 años, Perry escribe ahora desde Escocia intrigas victorianas, aunque también libros religiosos –menos conocidos– sobre su experiencia tras convertirse a la fe mormona.