"Dolly", la viuda de Onetti, vendrá a Uruguay

La viuda del escritor Juan Carlos Onetti, Dorotea «Dolly» Muhr, participará el 12 y 13 de noviembre en un homenaje que le tributará la Casa de los Escritores del Uruguay, a quien fuera uno de los mejores narradores compatriotas de todos los tiempos.

Las jornadas, denominadas Movida Onetti, tendrán lugar en Colonia del Sacramento, e incluyen varias mesas redondas con especialistas en la obra del único uruguayo nominado para un Premio Nobel de Literatura, así como una muestra de sus cartas con Mario Benedetti, fotografías, caricaturas, películas, videos, un espectáculo de tango y el pre-estreno de fragmentos de la obra teatral «Onetti» de Hiber Conteris.

La Comisión de la Casa de Escritores, que organiza el homenaje, asegura que la intención de la «movida» es acercar al gran escritor a la mayor cantidad de gente posible, de diferentes maneras, y no sólo literariamente. Por este motivo, se ha organizado la muestra con recuerdos del escritor y, especialmente, una charla sobre el Onetti Cotidiano, en la que participarán importantes personalidades que compartieron distintas etapas de su vida, y a la que asistirá su viuda.

El escritor se casó en 1955 con la argentina «Dolly» Muhr, su cuarta y definitiva mujer: acompañó a su esposo durante los últimos 40 años de su vida  la mitad en Montevideo, la otra mitad en Madrid  lo atendió cuando se radicó definitivamente en la cama y le transcribió a máquina buena parte de su obra. A la vez, ella desarrolló una carrera de violinista, primero en la Orquesta del Sodre, en Uruguay, y luego en la Sinfónica de Madrid, en España. Desde muy joven, Onetti alternó su residencia entre Montevideo y Buenos Aires. En 1939, recién fundado el semanario Marcha, se desempeñó como secretario de redacción y publicó, además de sus primeros cuentos, la sección «La piedra en el charco» que firmaba Periquito el Aguador. Estuvo también vinculado al diario Acción, y a la agencia de noticias británica Reuters primero en Montevideo y luego en Buenos Aires.

Ya consagrado, con varias obras consideradas emblemáticas entre la narrativa latinoamericana, como La vida breve y los adioses. Onetti participó como jurado de un concurso de narrativa organizado por Marcha. La publicación del cuento ganador, El guardaespaldas, disgustó a la dictadura, que lo encarceló y obligó a exiliarse en España. Allí obtuvo el Premio Cervantes en 1980. En 1985, recuperada la democracia, el entonces presidente electo, Julio Sanguinetti, lo invitó a su asunción del mando. Onetti declinó la invitación. Falleció en Madrid en 1994, sin haber vuelto nunca a Uruguay. *

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