24 y 25 de agost

La Noche de la Nostalgia en Uruguay: Una fiesta de recuerdos y emociones

Cada año, el 24 de agosto, los uruguayos se preparan para una de las festividades más queridas y especiales del país: la Noche de la Nostalgia. Esta fecha se ha convertido en una tradición profundamente arraigada que une a personas de todas las edades en una celebración que rinde homenaje a la música y la cultura del pasado.

La Noche de la Nostalgia se celebra en Uruguay el 24 de agosto de cada año.
La Noche de la Nostalgia se celebra en Uruguay el 24 de agosto de cada año.

La Noche de la Nostalgia es una ocasión única en Uruguay, donde la música de décadas pasadas cobra vida en las calles, discotecas y hogares de todo el país. La festividad se celebra el 24 de agosto, en la víspera de la conmemoración del “Día de la Declaratoria de la Independencia”, una fecha que marca un hito en la historia de Uruguay, que tiene lugar el 25 de agosto.

Lo que hace que esta celebración sea tan especial es su enfoque en la música retro. Desde los clásicos del rock hasta los inolvidables éxitos de la música pop y baladas románticas de los años 60, 70, 80 y 90, la Noche de la Nostalgia ofrece un viaje musical en el tiempo que permite a todos revivir los momentos y las canciones que marcaron sus vidas.

Además de la música, el baile y los disfraces desempeñan un papel central en esta festividad. Las pistas de baile se llenan con parejas que se mueven al ritmo de los clásicos de antaño. Los atuendos retro también son una parte esencial de la Noche de la Nostalgia, con personas vistiendo ropas que evocan las tendencias de décadas pasadas.

Lo más notable de esta celebración es su capacidad para unir a diferentes generaciones. Jóvenes, adultos y personas mayores se reúnen para compartir risas, bailes y recuerdos. Los más jóvenes tienen la oportunidad de experimentar la música y la cultura que sus padres y abuelos amaban, lo que crea un puente generacional único.

25 de agosto: ¿Qué se celebra en Uruguay en esta fecha?

El 25 de agosto es la verdadera fecha importante para el Uruguay: es el día en que se conmemora el Día de la Declaratoria de la Independencia. En esa fecha pero en el año 1825, en el Congreso de Florida, se declara la total independencia del territorio oriental con respecto al Reino de Portugal, y a la vez, su voluntad de volver a formar parte, como una provincia más, de las Provincias Argentinas. Sin embargo, con las idas y venidas de aquellos tiempos, terminamos siendo una república aparte de Argentina (esa es otra historia, larga e interesante, pero que da para otro artículo aparte).

El 25 de agosto es un día de reflexión y patriotismo en Uruguay. Las calles se llenan de desfiles cívicos y militares, y los ciudadanos ondean la bandera nacional con orgullo. Se realizan actos en escuelas y plazas públicas para recordar la importancia de la independencia y los valores de libertad y soberanía que representa.

El punto de partida de la independencia uruguaya se encuentra en el levantamiento oriental contra el ejército brasileño, que había ocupado la Provincia Oriental desde 1820. La chispa de la revolución surgió el 19 de abril de 1825 con el audaz “Desembarco de los Treinta y Tres Orientales”, bajo el liderazgo de Juan Antonio Lavalleja. Este valiente acto atrajo a diversos caudillos a la causa, destacando la figura de Fructuoso Rivera, quien hasta entonces había colaborado con las fuerzas brasileñas.

Lavalleja, visionario, convocó a los cabildos de la campaña a enviar representantes para establecer un gobierno provisorio. Su misión sería administrar el territorio liberado por los patriotas. El 14 de junio de 1825, en la villa de Florida, se dio vida a este gobierno. Allí, en un gesto evocador de la época de Artigas, Lavalleja entregó el mando y presentó un informe de sus acciones.

El 17 de junio, este gobierno convocó a los pueblos de la campaña para elegir a los diputados que conformarían la Sala de Representantes de la Provincia Oriental. Las instrucciones eran claras: cada pueblo tendría un representante elegido por tres vecinos propietarios del mismo lugar o su jurisdicción. Estos electores, a su vez, serían seleccionados por los varones mayores de veinte años, excluyendo a los esclavos.

Las elecciones se llevaron a cabo en medio de la lucha y las inclemencias del invierno. A pesar de los desafíos, los diputados comenzaron a llegar a la villa de Florida. El 20 de agosto, se inauguró la primera sesión de la “Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental”. Esta sala estaba compuesta por diputados de varios pueblos, entre ellos Guadalupe de Canelones, San José, San Salvador, San Fernando de la Florida, Nuestra Señora de los Remedios (Rocha), San Pedro de Durazno, San Fernando de Maldonado, San Juan Bautista, San Isidro de las Piedras, Rosario, Vacas, Pando, Minas y Víboras. El presbítero Juan Francisco Larrobla (1774-1842) de Canelones fue elegido como su presidente.

Uno de los primeros actos significativos fue la designación de dos diputados para representar a la provincia en el Congreso de las Provincias Unidas, que en ese momento sesionaba en Buenos Aires y abarcaba la representación de gran parte del antiguo virreinato del Río de la Plata. Además, se tomó una resolución crucial al nombrar a Lavalleja como “Gobernador y Capitán General de la Provincia Oriental”.

Sin embargo, el 25 de agosto marcaría un punto de inflexión en la historia uruguaya. Ya el 21 de ese mes, Larrobla planteó la cuestión de cómo resolver la nulidad de los actos de incorporación a Portugal y Brasil por parte del Congreso Cisplatino en 1821. Los diputados Carlos Anaya y Luis E. Pérez elaboraron los proyectos de ley que finalmente se aprobaron, sentando las bases legales para la Declaratoria de la Independencia de Uruguay.

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