Bailarina del Sodre obtuvo el más importante premio de danza clásica del mundo

Nuestra hermosa primera bailarina @RiccettoMaria ganó el prestigioso premio de mejor bailarina #BenoisdelaDanse2017 pic.twitter.com/eM7KU0dFEs

— Ballet Nac. SODRE (@BNSballet) 30 de mayo de 2017

El Benoise de la Danse es el premio más importante del mundo en danza clásica, y María Noel Riccetto es la primera uruguaya en traérselo a casa. La nominación por su rol en la puesta en escena Oneguin le valió el merecido galardón.

El Bonoise es considerado algo así como el «Oscar» de la danza mundial, y este año se llevó a cabo en el famoso Teatro Bolshoi de Moscú, Rusia, donde también estuvo su compañero de escena Gustavo Carvalho, que estuvo nominado al premio como mejor bailarín por su papel de Din en la obra Carmen, de Georges Bizet.

Este premio ya lo había ganado otro miembro ilustre del elenco del BNS: el argentino Julio Bocca, director artístico de la compañía, se lo había llevado en la primera edición, en 1990.

Gran trayectoria

Riccetto tiene una prolífica carrera como bailarina de ballet, tanto en nuestro país como en el extranjero. Oriunda de Montevideo, inició sus estudios en 1990, siendo contratada por el Sodre 5 años después para protagonizar obras de Rodolfo Lastra, Ivan Tenorio y Jaime Pintos, entre otros. Fue galardonada con el premio Elena Smirnova en el ’95 y más tarde recibió una beca para estudiar en la North Carolina School of the Arts. Allí actuó en obras como Grand Pas Romantique (coreografía y dirección de Fernando Bujones) e Intermezzo (coreografía de Eliot Feld).

Interpretó el rol del Hada de Azúcar en El Cascanueces, que se llevó las mejores críticas en su momento, y fue invitada a Budapest para repetir el papel junto al reconocido Gabor Szigeti, solista del Ballet Nacional Húngaro.

Tuvo su aparición en la gran pantalla, en donde realizó las partes de danza de la actriz estadounidense Mila Kunis en la película Black Swan (Cisne Negro). 

Protagonizó el resurgimiento -junto a Bocca- del BNS, y fue solista del American Ballet Theatre de Nueva York por 13 años, hasta su regreso a Uruguay en 2012.