LARED21.TV entrevista con la novel subsecretaria de Educación y Cultura

Edith Moraes: “La verdadera transformación será cambiar la relación entre el joven y el conocimiento”

La subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) Edith Moraes, explicó que hoy en día la información es abundante y disponible y “la clave es con qué criterios se selecciona y cómo logramos que esa información se transforme en conocimiento”.

¿Cómo fue su llegada a la sub secretaría de Educación y Cultura?

No me dieron tiempo a pensar, quizás fue una estrategia que dio resultado, afloró con muchísima fuerza mi pasión por la educación y este sentir de que hay que luchar hasta último momento, porque la educación así lo está reclamando.

¿Desde que llegó al Ministerio a que se ha dedicado?

A mí me lo pidió la Ministra (María Julia Muñoz) que me dedicara de lleno a todo lo que tiene que ver con educación y la problemática más sentida, y empezar a poner en su lugar muchas de estas cosas, que es lo que la población ha estado siguiendo, y se merece una respuesta rápida y eficiente. Me siento como pez en el agua y fue un buen comienzo para mí. Es desde la seguridad de lo que más se. Hay que reconocer también que la subsecretaría no es solo esto, implica impregnarse de la enorme cantidad de comisiones que tiene este Ministerio en las cuales voy a reuniones en forma permanente. Voy viendo todo lo que tiene que ver con los cometidos de este Ministerio. Además, pertenecer al Poder Ejecutivo también es algo nuevo para mí.

¿Desde el MEC qué rol se puede jugar para impulsar la transformación de la educación?

La transformación es necesaria e indiscutible. Al cambiar la sociedad tiene que cambiar la educación. Cuando se habla de cambio, no se debe cambiar todo y hay algo que debe permanecer, es un propósito de la educación pública que es formar al ciudadano. Formarlo para que sea un ciudadano activo en las democracias de hoy. Esto tiene que permanecer, pero para que permanezca, hay que cambiar la manera de educar. Una educación para todos es la que nos está generando estos desafíos.

¿Ud. cree que fue un año particularmente conflictivo para el gobierno?

Creo que sí, si bien lo miré desde otro lugar –ex -integrante del Instituto Nacional de Evaluación Educativa- en los últimos 10 años estuve en Primaria, Formación Docente, y antes de llegar aquí, en el INEED, es decir, en dos oportunidades participé en la elaboración del Presupuesto. La movilización es esperable porque es el momento que se tiene para defender los aspectos laborales. Es el momento en que la tensión está presente, sin embargo lo distinto fue la intensidad con que se dio. Mostró algo que tiene que ver con las instituciones, fue una señal de lo que está pasando. Y cuando digo las instituciones, me refiero tanto a los organismos de la educación, como a los sindicatos. En ambos, considerados como organizaciones y también como instituciones, pasan cosas que tienen que ver con sus propias internas y las externas de ambas instituciones.

El gobierno a la conflictividad respondió con dos hechos que fueron largamente discutidos y cuestionados: la esencialidad de la educación y el desalojo del edificio del Codicen por parte del Ministerio del Interior. ¿Cómo vio estos hechos?

Respecto a la esencialidad, no fue la primera vez que se habló de esencialidad en la educación, incluso había sido reclamada por varios sectores. Fue la intención de responder al reclamo de que los estudiantes y los niños no estén perdiendo más clases. La intención fue poner en el centro de la educación pública a los niños y a los jóvenes. Sin embargo, cuando esto se efectiviza no salió bien. Y debemos profundizar en el análisis, que tiene que ver en cómo se presentó, como se negoció y esto es la lección aprendida, no salió bien y generó una reacción adversa incluso opuesta a lo que se pretendía. Los propios docentes lo dicen, exacerbó la idea de seguir de paro y alentó a los que estaban indecisos de hacer paro. Lo coloco en el análisis de los cambios sociales. Cambia la sociedad y por tanto cambian las instituciones, tenemos que trabajar con las nuevas instituciones o la nueva cultura institucional que muestra este siglo XXI.

El episodio del CODICEN.

Screenshot_4 Fue lamentable que ocurriera de esta manera y me refiero a que se polarizaron demasiado las posiciones, se llegó a un extremo que no cabía ni la negociación. Las medidas de fuerza siempre traen cierto nivel de cosa no deseada. Son nuevas situaciones que están ahí a flor de la superficie buscando emerger. Lo importante es qué análisis hacemos de estos emergentes. Qué conclusiones sacamos, el emergente es algo que irrumpe sin planificación, de forma inesperada pero sobre todo sorpresivamente y nos toma desprevenidos sin las herramientas para poder enfrentarlo. Las herramientas que tenemos no nos dan resultado. Todo está protocolizado,  por tanto, las herramientas no están dando resultado.

Ud. ha dicho que no hay reforma sin los docentes, pero la pregunta es ¿qué rol tienen los sindicatos de la enseñanza? Hoy hay un problema de desconfianza, entre el gobierno y los sindicatos. ¿Cómo se reconstruyen los puentes?

Es bueno que exista el sindicato de docentes. También hay que tener claro que hablar de los sindicatos no es hablar del universo de los docentes. Es lo primero que hay que separar, el sindicato no representa al universo de docentes ya sea por cantidad de afiliados o por escasa adhesión. El problema es de la interna del sindicato y vale que lo revisen a la interna para saber qué es lo que está pasando. Por otro lado, la relación no es menor, hay que cuidarla. Mantener una relación que marca la diferencia de los lugares, somos dos sectores con responsabilidades muy distintas, pero que tenemos la obligación de dialogar, el dialogo a veces se rompe, el dialogo requiere condiciones, si esas condiciones están ausentes lo primero que hay que generar o regenerar son las condiciones para que el diálogo pueda darse. Ahora sí decimos que es bueno que existan los sindicatos pero el diálogo no está funcionando, ese valor cae. De las dos partes hay que hacer un recontrato en las relaciones entre instituciones y sindicatos. Es tarea de las dos partes.

En las elecciones para las autoridades del CODICEN y de los Consejos Desconcentrados (Primaria, Secundaria y UTU)  hubo un alto número de votos en blanco y anulados. Fue un castigo para los sindicatos. ¿Cuál es su interpretación?

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La ley de Educación establece la participación y darle un lugar importante al docente que elige a sus integrantes tanto en el CODICEN como los desconcentrados y esto marca algo que es muy bueno que ocurra en las democracia. Esto no quiere decir que los elegidos están mandatados por los sindicatos sino que representan al conjunto de los docentes.

¿Ud. vio la elección como una crítica a los sindicatos de la enseñanza?

Sí la vi como una crítica. Los docentes tienen claro cuál es el lugar de ellos y lo están haciendo valer. Decidir quién va a integrar un Consejo, no por disciplina gremial, sino haciendo primar el interés del colectivo docente, es algo muy valioso. El docente tiene un lugar clave en el sistema educativo.

La huelga fue muy extensa pero también hay que señalar que el desacato fue importante. ¿Ud. lo percibió así?

Si bien el convenio salarial no es del todo lo que hubieran querido, lo aceptaron como la estrategia para seguir avanzando.

De las transformaciones que necesita la educación, ¿Ud. quedaría satisfecha si se transforma qué en materia educativa?

Lo que hay que transformar es la relación con el conocimiento, cómo las instituciones educativas promueven en los estudiantes la relación con el conocimiento. El gran cambio pasa por ahí, lo que ahora se aprende no le va a durar para toda la vida como sí ocurrió en otras épocas. Este sistema educativo que nos llenó de orgullo porque fue el primero de América Latina. Lo que se proponía era acorde a una época, pero ya no podemos añorar hacer como se hacía, el tiempo cambió. Hay información abundante disponible, al alcance de la mano, lo que importa es con qué criterios se selecciona, con qué criterios se valida la información y  con qué mecanismos la transformamos en conocimiento porque de esa manera se está desarrollando un potencial humano para toda la vida. Cuando hablo de cambios, estoy hablando de cambios pedagógicos, podrán cambiar edificios, condiciones, recursos didácticos todo esto pertenece al orden material, pero de lo que hablo es lo que tiene que ver con lo sicopedagógico y social.

Cada vez son menos los jóvenes que quieren ser docentes, la profesión perdió prestigio.

Hay una pérdida de status social, sin embargo, aún hay muchos jóvenes que quieren ser docentes. Luego ocurren situaciones que probablemente no logren satisfacerlos del todo. Igual hay que trabajar para alentar más jóvenes, el país necesita más jóvenes docentes. ¿Por qué perdió jerarquía? por varias variables, me quedo con una. Los desafíos de la educación se le atribuyen a los docentes, cuando no logran adecuarse a estos tiempos y allí hay un desvío, actúa como una pantalla donde se depositan los aspectos negativos. Los docentes son la cara visible del sistema, y el sistema es el que falla. Deberíamos abrir un cúmulo de variables, hay que hacer muchas cosas para volver y darle el lugar que los docentes deben tener y el salario es una variable, pero no es la única.

Una de las razones que los jóvenes argumentan para abandonar el liceo es que no les interesa lo que se les enseña. ¿Cuándo se va a cambiar?

Desde una perspectiva de educación integral, que de ahí debemos pensar el cambio, vamos a tener que revisar el tiempo de la jornada de clase y el tiempo de la hora de clase. Me refiero a los 45 minutos que funcionó muy bien en un modelo de educación media. Modelo que hoy caducó, no funciona, está muy claro, por tanto, debemos pensar en el modelo con todas sus dimensiones no solo en el programa de cada una de las asignaturas, no solo si son 12, o 10 sino el modelo como una totalidad. Lo que dicen los jóvenes, no debemos tener oídos sordos, ellos lo dicen con toda espontaneidad, dicen lo que sienten y el sentir es fundamental en el aprendizaje. No podemos hablar solo de los aspectos cognitivos separados del sentir. Pensar, sentir y hacer van juntas en la acción educativa. No estoy diciendo que no hay que enseñar mucho de lo que hoy se enseña, no es eso, sino cómo se presenta y cómo se trabaja el conocimiento.

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