Don Quijote y las fuentes en que se inspiró Cervantes

En el pueblo de Miguel Esteban, cercano a El Toboso, el procurador Francisco de Acuña, al parecer, vestía armaduras – al mejor estilo Don Quijote- con el fin de espantar a los lugareños. Entre ellos, se encuentra el hidalgo Pedro de Villaseñor. Todo indica que el procurador atacaba a los Villaseñor para sacarles el poder que tenían en el lugar, esto es lo que registra un proceso judicial del año 1581, donde también se señala que de Acuña vestía con armaduras.

El hallazgo se lo debemos a los investigadores  Francisco Javier Escudero e Isabel Sánchez Duque. El País de España comenta que se trata tan sólo de una hipótesis, y en palabras de los investigadores:  “Nosotros somos los primeros escépticos frente a las teorías y los mitos que hay alrededor de las fuentes en las que se habría inspirado Cervantes, pero estos documentos son hechos de la descripción y comportamiento de los personajes de la vida real y su coincidencia con varios pasajes y personajes de la novela. Justo de los lugares donde transcurre la historia cervantina”.

Otras coincidencias

Existen también otras coincidencias que hacen pensar en que la hipótesis resulta factible. Entre ellas, Escudero y Sánchez llaman la atención sobre la primera salida de Don Quijote, que ocurre en el mes de julio, precisamente el mes en que Acuña y Villaseñor protagonizan el suceso referido en los documentos hallados. Además, descubrieron la existencia de Rodrigo Quijada, hombre que vivió en la misma época en que se sitúa la novela. Quijada tenía un escudero y los pobladores le temían, ya que había adquirido su hidalguía e iba imponiendo su propia ley.

Los mismos investigadores descubrieron una  posible venta donde se arma el caballero don Quijote, donde actualmente se encuentra la ermita de Manjavacas, en Mota del Cuervo.

El historiador y la arqueóloga a cargo del estudio, comentan: «Nosotros seguimos los documentos y ellos nos guían. Y nos han llevado a que Cervantes era muy amigo de los Villaseñor, los cuales le contaron las veces que les habían intentado matar por los caminos de La Mancha”

Otras perspectivas

El secretario de la Real Academia Española, Darío Villanueva, expresó al diario El País (España), que:

“…Cervantes supo de muchas historias locales manchegas, del Toboso, de Quintanar o de Argamasilla, no cabe ninguna duda. Está documentado que algunas de las trifulcas entre hidalgos manchegos se producían con una ambientación carnavalesca, pues los contendientes se disfrazaban de caballeros armados a la usanza medieval. Está acreditado también el caso de Rodrigo Quijada(….) El Quijote Cervantes es una suma de saberes, informaciones, aventuras y episodios. Pero sería reduccionista conceder demasiada importancia a estos datos de la realidad manchega contemporánea del escritor para entender la génesis de su novela. Documentar las excentricidades de Acuñas y Villaseñores, o recordar apellidos como el del corrupto regidor Rodrigo Quijada, tiene un valor apreciable aunque anecdótico si lo comparamos con lo realmente trascendente: la creación genial de un personaje en el que, mediante una práctica relativamente nueva como era todavía en el XVII la lectura febril y prolija de libros de caballerías, se contrapone realidad y ficción para fundirlas en el único lugar en que tal cosa puede hacerse, la mente de una persona”.

Vísperas

En el 2015 se celebrará el cuarto centenario de la segunda parte de la novela más famosa del mundo. Es en ese marco que se han producido una serie de investigaciones, exploraciones historiográficas, y nuevas ediciones. Entre ellas, se destacan:

A comienzos del 2014 un grupo de científicos emprendieron la búsqueda de los restos del autor; a mitad de año, José Cabello reveló documentos inéditos sobre Miguel de Cervantes, recientemente  se han presentado novelas como “La sombra de otro” de Luis García Jambrina, que está inspirada en la biografía de Cervantes y “El final de Sancho Panza y otras suertes “ de Andrés Trapiell, donde se continúa la historia de ciertos personajes.

Hace unas semanas se presentó en la FIL de México una nueva versión del Quijote adaptada para jóvenes, empresa que estuvo a cargo del prestigioso Arturo Pérez-Reverte.