Fallece el actor Richard Kiel, de los “malos” icónicos del Hollywood moderno

El próximo sábado cumpliría 75 años, pero días atrás debió ser internado en un hospital en Fresno, tras sufrir la caída de un caballo y fracturarse una pierna. Se desconocen aún las circunstancias que llevaron a que el actor falleciera.

Su personaje “Jaws” (Tiburón) que interpretó para dos películas de James Bond, lo convirtieron en un “malo” inolvidable. En su intento de matar al 007 de turno –en ambos casos interpretado por Roger Moore- sus actuaciones en “La espía que me amó” de 1977, y en “Moonraker” de 1979, hicieron de su descomunal estatura y sus dientes de acero capaces de acabar con todo, un personajes obviamente no simpático, pero si remarcable dentro de la galería de enemigos del agente especial.

Padecía “acromegalia” una patología que lo convirtió en gigante

Kiel, sufría de nacimiento una enfermedad poco habitual, conocida como “acromegalia”, en la que la glándula hipófisis produce excesos de hormona del crecimiento. En su autobiografía publicada en 2002, “Haciendo de gigante en las películas”, el coloso recordó todas las circunstancias que debió experimentar a lo largo de su carrera debido a su enfermedad, que de algún modo le obstaculizó, pero finalmente acabó convirtiéndolo en un descomunal enemigo de 007, que fascinaba a las multitudes.

El actor tuvo también roles destacados en “Silver Streak” (1976), “El jinete pálido” (1985), “Inspector Gadget” (1999) y en incluso en el largometraje de dibujos animados “Enredados” de 2010, donde su voz daba vida al personaje de Vlad.
Kiel trabajó mucho en la televisión norteamericana, muchas veces en seriales ahora “de culto” como “Lassie”, “The Monkeys” y Twilight Zone”, e incluso en “Starsky & Hutch”.