Julio J. Casal, alfarero y poeta entre dos orillas

Julio J. Casal merece un espacio en la historia de la literatura hispanoamericana, tanto por su obra de poeta como por su labor editorial. Carlos García, colega y amigo y la autora de este artículo nos enrolamos gustosos en la recuperación de la personalidad y la figura literaria de Casal. Lo hacemos en el marco de un proyecto presentado a la Biblioteca Nacional de Uruguay (Montevideo), que finalmente ha visto la luz en un volumen de más de 400 páginas: Julio J. Casal (1899-1954): alfarero y poeta entre dos orillas (2013).

El intercambio epistolar entre escritores es, en efecto, una pródiga fuente de información, tanto sobre la obra, la personalidad y la vida de los protagonistas, como sobre el momento histórico y literario que les tocó en suerte. Si bien la respectiva obra debe, en principio, poder ser interpretada desde sí misma, las cartas ayudan a afinar la imagen de un autor, a ubicarlo en su contexto y a comprender, cuando menos, cómo se ha visto él mismo y cómo ha deseado que fuese recibida su obra dentro del marco social y cultural en el cual actuó. A menudo permiten las correspondencias vislumbres en la tras¬tienda de la producción, en los aspectos materiales de la creación o en los procesos editoriales, o bien suministran huellas que conducen al descubrimiento de textos perdidos. Son, por esas y otras razones, documentos irreemplazables al momento de repasar una época literaria.

En este caso concreto, los epistolarios de Casal revelan interesantes entretelones de la producción de Alfar y permiten ahondar el conocimiento de su generosa y esforzada personalidad: Rubén Darío, Rafael Alberti, Guillermo de Torre, Rafael Barradas, Juvenal Ortiz Saralegui, Pedro Salinas y Gerardo Diego, entre otros muchos dejan su voz escrita en el libro.

Poco se ha escrito hasta hoy sobre las correspondencias de Casal. Sabemos que está en prensa, en Sevilla, un trabajo de Jorge Olivera (“La figura de Julio J. Casal a través de su epistolario”).

En su trabajo, Olivera constata:

El acercamiento a la figura de Casal desde la herramienta epistolar presenta un problema y es: la dispersión de la correspondencia, ya que si bien en el archivo se conservan las cartas recibidas, no existe copia de la correspondencia enviada, con lo cual se hace casi imposible una lectura desde las dos perspectivas de locutor e interlocutor.

Pues bien: a solucionar parte de ese problema hemos dirigido nuestros esfuerzos, ya que en varios casos hemos logrado reconstruir el diálogo entre Casal y su interlocutor, accediendo a documentos conservados en diferentes archivos del mundo.

En cuanto a Alfar, puede decirse sin exagerar que fue una de las revistas paradigmáticas de la década del 20 del siglo pasado. No es el menor de sus méritos el haber alcanzado una vida muy longeva (1923-1955). El lector e investigador podrá consultar el primer índice exhaustivo sobre los contenidos de la revista.

Nada de eso hubiera sido posible sin la apasionada devoción que Casal dedicó a ella como a la mejor parte de su obra, una obra pulida por la delicadeza y el amor a la palabra.

Confiamos en que el trabajo realizado en el volumen Julio J. Casal (1889-1954), alfarero y poeta entre dos orillas publicado por la Biblioteca Nacional, será digno de su memoria.

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