Banksy fracasa en Nueva York y se convierte en “trending” en las redes sociales
Los dibujos del inglés Banksy, el más prolífico artista del street art británico, tienen las mejores cotizaciones para su especialidad en el viejo continente. Sin embargo la experiencia que intentó llevar adelante en Nueva York, para demostrar la universalidad del arte, le resultó completamente adversa: su puesto callejero apenas logró vender un par de obras por unos dólares, pinturas que en el mercado internacional alcanzan cotización de miles.
Las obras de Banksy que combina escritura con graffitis para piezas satíricas que hablan de política, sociedad, moral e incluso etnias, son consideradas de algún modo la continuación del anarcopunk, un arte que tuvo a Blek le Rat como su máximo exponente a comienzos de los años 80´en Paris.
La crítica ácida desarrollada por Banksy le ha valido un sitial en el arte contemporáneo, donde sus dibujos valen su peso en oro.
La gente de Nueva York lo ve de otro modo
El artista ha intentado una demostración de universalidad que le fue esquiva. En el Central Park de Nueva York, dispuso varios de sus originales en un minúsculo mostrador sobre dos caballetes y pidió por ellos algo más de cincuenta dólares, una bicoca en términos de cotización.
Cámaras acondicionadas especialmente transmitían a la web lo que ocurría en todo momento: un señor sentado en el lugar oficiaba de vendedor, mientras un micrófono oculto registra también lo que dice la gente.
Los compradores regatearon infinitamente, se negaron a pagar los 60 dólares con que empezaba el regateo. Consultados sobre porqué les gustaba la obra, algunos dijeron que ni siquiera eso: que necesitaban algo para colgar en la pared y los colores no les parecían del todo feos.
El grafitero ha dado por concluída la experiencia y advirtió que no la repetirá, no por temor al fracaso, sino porque teme una avalancha de compradores para hacerse de gangas.
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