CONDUCTA SOCIAL

“Wardrobing”: nueva moda de usar ropa comprada y devolverla después, arrasa comercios en Europa y EEUU

Comenzó en Europa como una moda entre las jóvenes –y no tanto- y cabalgando en la crisis se expandió de tal modo que las tiendas denuncian estar perdiendo millones de euros –y de dólares ya que también cruzó el océano- con esta conducta social que para muchos es producto de los tiempos, aunque para otros es algo conocido solamente que en expansión.

El costo de pérdidas este año por el »wardrobing» trepará por encima de los US$10.000 millones.

El “wardrobing” –la posibilidad que ofrecen las tiendas del primer mundo para devolver ropa por no ser “del gusto del consumidor” incluso después de haberla usado– se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los empresarios.

Originalmente se trató de una estrategia comercial, desarrollada a partir de 2010, por la cual los principales centros y galerías, intentaron hacer que sus clientes se sintieran “más confiados” con mayores facilidades en la política de devolución de las compras. Sin embargo las facilidades sirvieron para que cada vez más gente –mujeres en su gran mayoría- usen la ropa y la devuelvan: ahora los comerciantes están dispuestos a restringir tantas libertades incluso a costa de sufrir pérdidas, según publica The Wall Street Journal.

En esa línea la gran cadena Bloomingdale´s comenzó a colocar pegotines negros en las prendas que tengan un precio superior a los 150 dólares, los que en caso de ser retirados por la clientela ya no podrán ser devueltas. Por su parte Victoria´s Street, crea un historial de devoluciones de cada cliente, para limitar los productos que vuelven al mostrador.

Paralelamente en España la cadena Zara anuncia en su página web: “No se hará ningún reembolso si el producto ha sido usado más allá de la mera apertura del mismo o si ha sufrido algún daño, por lo que deberá ser cuidadoso con los productos mientras estén en su posesión”.

Estados Unidos: en un año 4% más de devoluciones

La National Retail Federation, informa que el 65% de las tiendas está actualmente registrando problemas a nivel de los “compradores frecuentemente insatisfechos”, cuyo número en tan solo un año aumentó un 4% en relación a 2012.

El año pasado la pérdidas por devoluciones de prendas alcanzaron los US$8.800 millones, este año el costo del problema trepará por encima de los US$10.000 millones.

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