Honoris Causa

Umberto Eco: “La cultura no está en crisis; es una crisis continua”

El autor de “El nombre de la rosa” –su libro más conocido- ha sido investido doctor honoris causa, por la Universidad de Burgos, oportunidad en la que analizó distintos aspectos de la cultura actual, del desarrollo europeo y del camino hacia donde marchan a su entender, los humanos de este siglo XXI.

Umberto Eco

Nacido en 1932, su conocimiento filosófico, su vasta autoría que va de ensayos sobre cómics a novelas exitosas como El Péndulo de Foucault, lo convierten en un testigo sin par contemporáneo, en un reportaje que le hace el diario El País de Madrid.

Umberto Eco habla del todo ejemplificándolo: “Ayer anduve trepando por las escaleras de un archivo burgalés, donde se encuentran ejemplares que tienen más de mil años de antigüedad: sin embargo nadie es capaz de decirme cuanto nos va a durar un USB…”, ironiza. Sin embargo en absoluto se muestra ácido sobre el devenir de su mundo europeo aunque reconoce los problemas en que está sumergido.

“Europa está dividida en dos estratos: uno superior con una profunda identidad europea; usted lo sabe todo sobre el Fausto de Goethe, nosotros todo sobre Don Quijote, tenemos una cultura común. He encontrado hace poco una página bellísima de Proust, en el último volumen de En busca del tiempo perdido, cuando cuenta desde París la guerra contra los alemanes y cómo bombardeaban estos la ciudad, y sin embargo los personajes, que sabían que podían morir bajo las bombas, escribían artículos sobre Schiller. La clase intelectual francesa, al margen de la guerra, continuaba sintiéndose europea. Esto no sucede con personas de otro medio intelectual, que no han comprendido todavía que tienen la suerte, por primera vez en cincuenta años, de no estar matándose entre ellos. En Europa han muerto 40 millones de personas. Pero la comodidad de atravesar las fronteras sin papeles ha hecho olvidar todo eso”.

De la identidad, de la crisis y otros menesteres

Para Eco, la conciencia del ser europeo debe ser más fuerte que nunca. “Antes Europa podía contar con la ayuda de EEUU, hoy a Estados Unidos Europa se la sopla, ahora tiene sus problemas con China, con India… Europa tiene que arreglárselas sola”.

Para el escritor, la crisis va más allá de lo coyuntural. “La cultura es una crisis continua. La cultura no está en crisis, es una crisis continua. La crisis es condición necesaria para su desarrollo”.

En su veta de filósofo apunta que la verdadera felicidad “es la inquietud por saber, por conocer: es lo que Aristóteles llamaba maravillarse, sorprenderse, por eso la filosofia siempre comienza con un gran: Ohhh!”.

Amplía el horizonte del conocimiento más allá de los libros: “El placer de conocer no tiene nada de aristocrático, es un campesino que descubre un nuevo modo de hacer un injerto; evidentemente, hay campesinos a los que esos pequeños descubrimientos procuran placer y a otros no. Son dos especies distintas, pero naturalmente depende del ambiente; a mí me inoculó el gusto por los libros de pequeño… Y por eso al cabo de los años soy feliz, y a veces infeliz, pero vivo activamente mientras que muchos viven como vegetales”.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje