Tarantino estrena film en medio de críticas

Se trata de la reiteración de una saga creada durante la era de los “western spaghetti”, cuando el género adquirió un tono satírico y cómico, con excesos de violencia desopilante pero no por ello menos sangrienta.

El problema que enfrenta el director, famoso por sus thrillers violentos, es que Estados Unidos, está absolutamente sensibilizado por una serie de matanzas en los últimos tiempos, que han devuelto al tapete el tema de si lo que se ve en la pantalla influye en el ánimo de los potenciales asesinos seriales.

“La tragedia sucedió, no la emprendan contra el realizador. Lo mío es un western, déjenme respirar” ha dicho Tarantino, ganador del Oscar por “Tiempos violentos” en 1996. La crítica afirma que la película es de la mejor factura de Tarantino, pero los medios no se atreven a ensalzar demasiado un film donde colgar un esclavo negro para arrancarle los testículos, está a la orden del día.

Tal vez el mejor film, pero también en el peor momento

La campaña de prensa de “Django desencadenado” comenzó el mismo día en que tuvo lugar la masacre de la escuela en Newton: mal día para promover una película violenta. De inmediato los cronistas, ávidos de encontrar algo que explicara la matanza, y sin demasiadas explicaciones ni de sicólogos ni de sociólogos, se abrazaron a la sempiterna rama del vínculo entre espectáculo y espectadores, alegando contra Tarantino.

“Ni una palabra de las críticas sociales que se han disparado contra mí, ha causado el cambio ni de una palabra en mis guiones. Creo en lo que estoy haciendo, de todo corazón y con pasión: es mi trabajo ignorar eso”, les espetó el director en declaraciones que pubica The Hollywood Reporter.

La capital del cine norteamericano está en serios conflictos por las últimas masacres: Paramount suspendió el estreno de Jack Reacher, una película con Tom Cruise, que se inicia con un hombre disparando al azar en una autopista; la Warner está volviendo a filmar Gangster Squad, donde una pandilla liderada por Sean Penn, atacaba a tiros a los espectadores dentro de un cine, casi como ocurrió cuando el estreno de Batman, en Denver.

La televisión ha hecho otro tanto, y ha llegado a suspender un capítulo de American Dad, donde un demonio castigaba a unos niños prisioneros en Navidad.