Show de 45 minutos

Madonna anti Le Pen ante fans enfurecidos

Fans acampando antes del concierto de Madonna / AFP

Los miles de fans que se dieron cita, pese al alto costo de las entradas, cayeron fulminados por la decepción cuando apenas 45 minutos después de comenzado el show, las luces se encendieron y el espectáculo se dio por finalizado.

Ni la Reina del Pop, ni los organizadores, dieron explicación de ningún tipo por lo breve de la presentación que hoy acapara las portadas de los diarios franceses en general, y parisinos en particular.

“The MDNA Tour”

El show estaba enmarcado dentro del “The MDNA Tour” que con singular éxito ha cumplido etapas en buena  parte de Europa, sin que hasta ahora hubiera habido reclamos por esta causa.

El concierto “intimo y especial” según los organizadores, destinado a solamente 2.700 personas que colmaron el sitio, tenía entradas que oscilaban entre los 89 y los 276 euros.

Al encenderse las luces y cuando la gente asumió el final de fiesta, comenzaron a llover vasos de refrescos sobre el escenario, con gritos exigiendo devolver el importe e insultos hasta ahora no escuchados contra la diva.

Madonna anti derechista

En total Madonna interpretó nueve canciones. Entre ellas un estreno parcial de “Beautiful killer”, destinada a la última película de James Bond y una versión muy impactante del clásico de los 70´, “Je t´aime moi non plus” de Serge Gainsbourg en francés antes de bajar el telón en poco menos de una hora, para decepción de numerosos seguidores.

Respondiendo a la expectación que había levantado y rompiendo con la tónica de las actuaciones de su gira mundial, «MDNA Tour», Madonna aprovechó este concierto excepcional en el mítico «music-hall» parisino para responder artísticamente a la presidenta del ultraderechista Frente Nacional francés.

Marina Le Pen presentó una querella contra la cantante estadounidense por «injuria» tras la proyección, el 14 de julio en el Stade de France, de un videoclip que muestra fugazmente a Marine Le Pen con una cruz gamada en la frente.

Cabello largo rubio ondulado, con falda, corpiño y botas de cuero, Madonna arrancó con uno de sus últimos títulos, «Turn up the radio», ante un público sobreexcitado.

Acompañada de percusiones y bailarines que llevaban boina como ella, encadenó una serie de bailes casi folclóricos, antes de entonar «Open your heart».

«Sé que he enojado a una tal Marine Le Pen. No es mi intención hacerme enemigos», dijo desde el escenario poco después del inicio del concierto.

Sin proyectar esta vez las imágenes incriminadas, la cantante alabó la tradición tolerante y acogedora de Francia con los artistas extranjeros.

«Antes del movimiento de los derechos cívicos en estados Unidos, los artistas afroamericano no estaban autorizados a actuar en Estados Unidos (…) pero Francia les abrió los brazos, dijo, y citó a Josephine Baker y Charlie Parker.

«La gente de color, la gente diferente, las minorías se sentían bien recibidas en Francia» y «todo el mundo venía a Francia para crear», exclamó ante unos 2.700 espectadores, y citó también a Gauguin, Van Gogh y Picasso.

Pierce Brosnan, Alain Delon

Hoy en día, «el mundo está entrando en un periodo que da miedo. Las economías se desploman, la tienen nada de comer en Grecia, la gente sufre en todo el mundo y tiene miedo. ¿Y qué pasa cuando la gente tiene miedo? Se vuelve intolerante», deploró, en una crítica apenas velada a las tesis del Frente Nacional.

La estrella siguió con un ambiente Moulin Rouge, cabaret, y un desfile de moda en blanco y negro (Vogue, Human Nature) con bailarines que llevaban trajes dignos de la alta costura.

Desvistiéndose y desvelando una ropa interior con bordados negros envolventes, antes de enfundar una gabardina, escenificó «Beautiful Killer» como homenaje al actor francés Alain Delon, mientras desfilaban por una pantalla grande imágenes del actor francés joven, golfante tenebroso.

«Pienso en la gente que me ha inspirado y les rindo homenaje», dijo, y citó a Edith Piaf, Jean-Luc Godard y Serge Gainsbourg, Alain Delon, Jeanne Moreau.

Entre los espectadores del concierto, el actor irlandés Pierce Brosnan, protagonista de «The Ghost Writer» (El escritor), de Roman Polanski, y ex agente James Bond, que siguió el espectáculo con gran atención en compañía de su esposa.

Madonna concluyó su concierto cantando «Je t’aime moi non plus» de Serge Gainsbourg, atando a un hombre en una silla y «matándolo» de un tiro.

Luego se volatilizó en el decorado, el telón se cerró en medio de una salva de aplausos que se transformaron en gritos de protesta.

Algunos admiradores, que habían esperado horas e incluso días aguantando un calor agobiante para ver a su ídolo, permanecían en la sala, de piedra, mientras otros gritaban «devuelvan el dinero» y arrojaban botellas de agua vacías al escenario.

«Ni diez canciones, ni siquiera gracias. Hemos venido de Montpellier y hemos pagado 180 euros por las entradas, esto es demasiado», se lamentaban Anthony, Stéphane y Guillaume, unos treintañeros que sin embargo reconocieron la calidad y magia de la actuación.

Madonna ofrecerá su último concierto en Francia el 21 de agosto en la ciudad de Niza (Costa Azul).

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