Universidad de la República le concedió el título de Doctor Honoris Causa a Mario Vargas Llosa

Los estudiantes cuestionan la distinción, afirmando que el escritor peruano “no es solo un escritor” catalogándolo como representante de una ideología opuesta a la que ostenta la UDELAR.

Vargas Llosa había sido propuesto por el Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, y posteriormente recibió la aprobación de una comisión asesora que integran el rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, dos académicos de extensa trayectoria, en este caso Hugo Achugar y Susana Mallo, y dos títulos honoríficos también de la UDELAR, Guillermo Dighiero y Rodolfo Gambini, en esta oportunidad.

Cuestionamiento estudiantil

La discrepancia de los estudiantes, basada en la ideología de Vargas Llosa, no es de recibo según entienden los intérpretes de la normativa universitaria en estos temas, en tanto la distinción es otorgada a quienes “hayan prestado una contribución notable al progreso de la ciencia, la cultura o el bienestar general”, sin mencionar otros aspectos.

Vargas Llosa –que ha recibido el doctorado honoris causa en unas 30 universidades de América Latina, Estados Unidos y Europa- merece el reconocimiento uruguayo más allá de sus opiniones, “que han despertado polémicas y no concita la adhesión indiscriminada de todos sus lectores, pero esto no es novedad entre los grandes maestros de la literatura a nivel mundial”, afirmó la comisión.

Descartan el aspecto “polémico” argumentado por la FEEUU, y apuntan que “el otorgamiento del título se justifica plenamente por su contribución a la creación de un cuerpo narrativo que comienza rompiendo con el realismo esclerosado que dominaba el horizonte de la creación literaria”.

Para los académicos compatriotas “es imposible pensar la literatura en lengua española de los últimos cincuenta años sin nombrar algunas obras mayores como sus novelas: La ciudad y los perros, La casa verde, La guerra del fin del mundo, Conversación en la Catedral, El Hablador, Pantaleón y las visitadoras, La Fiesta del Chivo”.

Como corolario de sus afirmaciones y decisión, la comisión define a vargas Llosa como un “maestro de la lengua y de la imaginación (…) que nos ha hecho mejores, nos ha mostrado caminos y nos ha hecho pensar. ¿Qué más se le puede pedir a un universitario?; ¿Cuál es la labor que distingue a un universitario destacado sino es la de hacernos pensar, la de traspasar fronteras, la de hacernos mirar el mundo con otros ojos?. Sobre todo, cuando, como lo hace Vargas Llosa, su prosa se ofrece como un deleite y su imaginación nos hace soñar que podemos ser mejores”.