La anorexia está llevando al suicidio antes que al médico

Marisa Montenegro, coordinadora de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) en Uruguay, denunció ante la opinión pública que este verano se agudizaron las consultas respecto a la anorexia (personas que pierden el apetito) como hábito alimenticio patológico. La anorexia estaría llevando a los pacientes al suicidio antes que al médico, debido a que la información acerca de los síntomas y su curación es aún escasa.

El índice de suicidios motivados por anorexia y síntomas conexos ha subido tanto que llamó la atención de los expertos. Según Montenegro «en este momento estamos recibiendo muchísimas consultas de personas anoréxicas que ya tienen muy bajo peso».

La integrante de Aluba destacó que «se están presentando muchas personas del Interior del país, que llegan a nosotros porque no hay difusión de los síntomas de esta enfermedad. Lo lamentable es que los familiares traen al paciente a consultar cuando está grave» y lo «peor de esta enfermedad es que la muerte es por suicidio».

La información publicada en Internet (Terra Colombia) indica que «la anorexia y la bulimia se han convertido en la segunda causa de muerte de las adolescentes en todo el mundo, después de los accidentes de tránsito. Dos de cada diez casos resultan fatales». Montenegro agrega: «La anorexia es una enfermedad puramente psiquiátrica que puede derivar en la muerte del enfermo», ya que «las personas que sufren de anorexia niegan, de forma maníaca, su apetito (…). Son personas muy exigentes y perfeccionistas consigo mismas, en su mayoría adolescentes del sexo femenino, aunque también enferman hombres. De cualquier manera la relación es de cada diez mujeres anoréxicas hay un hombre anoréxico.

La anorexia

Montenegro dice que respecto de la anorexia «no hay conciencia porque las personas comienzan severas dietas que cumplen a la perfección, pero que son autodiseñadas».

Según la coordinadora de Aluba el momento de ir al médico es cuando «una hija o hijo comienza una dieta que traspasa los parámetros normales», Estas personas llegan a la etapa del «síntoma visible», donde a pesar de bajar de peso insisten en seguir haciéndolo. Esto se debe a que se produce el fenómeno de la distorsión de la imagen corporal (…), donde la persona no reconoce que ha perdido peso y profundiza la dieta. En ese punto comienza a aislarse socialmente, evitando ir a reuniones donde hay comida porque tiene miedo a enfrentarse a la situación de comer en público».

La familia del futuro paciente «no reconoce que convive con una persona enferma hasta que el caso es extremo». Cuando se les pregunta dicen que «nada hay que los alerte acerca de esta enfermedad» pero «con el tratamiento adecuado la anorexia es curable. Cuando el paciente comprende el mecanismo sicológico que lo lleva a tener ese comportamiento logra establecer una relación normal con la comida y el «conocer la patología es el primer paso para combatirla».

La anorexia vira hacia la bulimia

La entrevistada señaló que «si bien la bulimia y la anorexia son la misma enfermedad, tienen características diferentes.

El bulímico (aquellas personas que comen compulsivamente) conserva las relaciones sociales hacia afuera del hogar, pero puede aislarse dentro de su casa negándose a compartir las comidas con la familia». La anorexia se caracteriza por ausencia de ingesta.

El bulímico «utiliza conductas compensatorias» entre las cuales figura el vómito u otros como laxantes y diuréticos.

Se observó que en invierno pacientes anoréxicos hacen un viraje hacia la bulimia alcanzando una obesidad repentina que al producir un alto nivel de angustia lo lleva a pedir ayuda antes del fin.

Auba es una asociación civil con personería jurídica y sin fines de lucro que realiza diagnósticos con psicólogos, psiquiatras y médicos clínicos, junto a tratamientos grupales o individuales coordinados por profesionales, con un «costo mínimo».

Aluba promueve y ofrece charlas gratuitas en las que un psicólogo le indica a los padres de los enfermos cómo pueden ayudar a sus hijos en el tratamiento de recuperación. Hay charlas informativas gratuitas para «todos aquellos que lo demanden».

La coordinadora concluyó que «los pacientes que tienen contención familiar evolucionan bien y se curan, pero hay familias que no aceptan al enfermo». *