BOMBEROS UY

«La vida te la jugás en cada campana que suena»

Martín Calvo de 36 años llega al Cuartel de Bomberos como todos los días, pero sabe que su profesión le puede deparar enfrentarse cara a cara con el infierno, una experiencia que ya ha vivido. Habla de aquella madrugada del 1 de diciembre hace cinco años, cuando lo cuenta parece revivirlo, escuchar aquellas explosiones en el puerto, en el dique Sakos, las llamas, el amoníaco, sus compañeros desmayados y otro que se fue. «El equipo de rescate salió alertado que un compañero se había perdido en el incendio del barco. Eran las 6.30 de la mañana y al principio no nos dimos cuenta de la dimensión de la tragedia a la que íbamos. Íbamos riéndonos porque no entendíamos cómo alguien se podía perder en un barco, pero cuando llegamos y vimos a los compañeros llorando todo cambió», contó a LA REPUBLICA, Martín. Se trataba de Carlitos, una lona tapaba una compuerta y cuando trabajaba encima del barco cayó junto a otro compañero. «El compañero había quedado enganchado a los marcos de la compuerta por los codos y Carlitos que ya estaba abajo lo salvó empujándolo de los pies para arriba pero ese movimiento hizo también que él cayera aún más bajo, cerca del motor del barco donde todo estaba al rojo vivo», cuanta Martín mientras prende un cigarro para disimular la emoción.

Martín avanzó hacia la compuerta por donde había caído su compañero. «ese día buena parte de la disciplina que siempre mantenemos se perdió. Nos metimos en medio de la humareda, otros compañeros era sacados desmayados otro se habían quemado las vías respiratorias con el amoníaco. Los tanques explotaban, nunca había visto nada igual era una locura, como una película de guerra de Hollywood», explica. Martín sintió que no le importaba nada salvo llegar allá abajo, pero los tanques de amoníaco empezaron a explotar en cadena, el momento fue terrible pero comprendido que era suicida entrar.

«Hoy cuando los que estuvimos ahí lo pensamos nos damos cuenta que era para haber muerto 20 compañeros». Cuando volvió al Cuartel para colmo tuvo que enfrentar a su primo que esperaba una buena noticia en vano. «¿Y yo qué le digo ahora a la familia?» preguntó y nadie pudo responderle. Martín hace 16 años que es Bombero y entró a trabajar porque estaba sin empleo. «Si entrás a la policía que sea de bombero», le dijo el padre al que no le gustaba mucho la idea. «Cada vez que toca la campana salís y no sabés con qué te vas a encontrar. A veces te creés que vas a pasear porque la cosa es chica pero en el camino el incendio creció y cuando llegás te querés morir. La vida te la jugás en cada campana que suena».

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje