Trabajo. El Consejo Ejecutivo lucha contra el despoblamiento, la especulación financiera y el exceso de tránsito

Barrio Histórico: del revoque a  las pisadas en la Calle de los Suspiros

El despoblamiento, la especulación inmobiliaria, la recolección de basura y hasta el revoque de las viejas casas de Colonia del Sacramento son algunos de los desafíos que enfrenta el Consejo Ejecutivo Honorario de las Obras de Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento. Sobre ello, LA REPUBLICA dialogó con la presidenta del Consejo, Liliana Chevalier.

En el Barrio Histórico de Colonia quedan aproximadamente 74 familias, según el relevamiento que ha realizado la Comisión, sobre más de 200 propiedades, la mayoría de ellas utilizadas pocos días al año porque pertenecen a extranjeros que no las usan como vivienda permanente.

«Estamos analizando cómo retener a las familias que viven actualmente. Si nos aseguran que habitarán en el lugar podríamos permitirles que habiliten hasta el 40 por ciento de la vivienda para comercio, como forma de que tengan un recurso que nos garantice que se queden», contó.

A partir de los años 80, cuando comenzó en forma profunda el trabajo de reconstrucción y rehabilitación del barrio, se dio un proceso de expulsión de las antiguas familias. «Hoy la realidad es que fueron sustituidas por otras, fundamentalmente de origen extranjero, la mayoría argentinas. La compra de viviendas aquí se transformó en un negocio inmobiliario vinculado a Buenos Aires», agregó Chevalier.

Tras los últimos estertores de la dictadura argentina, muchos inversores de ese país decidieron sacar su dinero de la plaza local y el lugar elegido para depositarlo fue Uruguay. Otra parte se destinó a la especulación inmobiliaria y la viejas casas del barrio histórico eran un lugar estratégico para valorizar la propiedad.

Fue así que los viejos conventillos y prostíbulos fueron vendidos y en lugar de milicos del cuartel en busca del servicio de prostitutas, que dieron su nombre a la calle De los Suspiros ­que hasta la década del 40 se llamó De Ansina­, comenzaron a circular por sus recovecos los argentinos que compraban esas propiedades.

De acuerdo a lo expresado a LA REPUBLICA, los pobladores, al igual que la murga Los Vagabundos del Sur y equipos de fútbol del Barrio Sur, fueron expulsados por inversores extranjeros. Ellos remodelaron y valorizaron la propiedad, pero no la habitaron. Hoy gran parte de los problemas de recolección de residuos y de cuidado de los frentes de las casas está vinculado a la falta de moradores en esas viviendas.

«Para solucionar este tipo de situación que vacía los sitios históricos recurrimos a investigar la situación en otros países, como por ejemplo en Italia, que permite abrir comercios en la planta baja y dejan la planta alta para vivienda. Aquí eso no es viable y estamos viendo otras opciones. Por ejemplo, para aquellos que vienen a pedir una localización comercial y tienen antecedentes en el rubro, lo permitiríamos. Si quieren convertir toda una casa habitación en comercio no lo permitimos para que no se produzca esa traspolación», explicó la presidenta del Consejo, que además es docente y reconocida especialista en turismo.

Tal vez una de las mayores innovaciones se ha producido en el seno mismo del Consejo, que ya no está integrado solamente por arquitectos, sino que incluye arqueólogos, historiadores y gente vinculada al turismo.

«El Barrio Histórico es un gran llamador de turismo para el departamento y hace de Colonia del Sacramento la principal entrada de turistas extra región del país», indicó Chevalier. «Por eso el Ministerio de Turismo invirtió en un centro de Bienvenida en Turismo y lo hizo junto al Puerto de Colonia, para que ese centro se transforme en un distribuidor de la actividad en todo el país».

 

Con o sin revoque

Es curioso cómo las decisiones que se toman, pese a las buenas intenciones, terminan siendo revisadas con el paso del tiempo. Es lo que ocurre con los revoques de las viejas construcciones coloniales del Barrio Histórico. «En la década del 80 los muros de las casas estaban todos revocados. Con un sentido didáctico sumamente acertado, el arquitecto Miguel Angel Odriozola aportó la opinión de que había que descarnar los muros y sacarles el revoque, porque al poder ver los materiales con que se hizo la construcción, ellos mismos contarían la historia de la vivienda», dijo Chevalier.

Esta postura ganó a la de un colega, el arquitecto Ariel Cravotto, que sostenía lo contrario. «Sin embargo, en la actualidad se volvió a esta posición (la de Cravotto), ya que al pasar 30 años sin revoque muchas de las viviendas presentan graves problemas de humedad». El hecho «significa un cambio de conducta que es cultural». «Es difícil convencer a la gente a la que le dijimos que había que sacar los revoques, hace 30 años, de que ahora tienen que volver a revocar», admite.

El problema no es menor, ya que no se puede revocar con materiales modernos sino que es obligación recurrir a los de la época. Por eso el tema es difícil: antiguamente las casas se revocaban con una mezcla de barro y cal, que se obtenía en las caleras del departamento, que fueron incluso anteriores a la fundación. «Pero nadie conoce las proporciones que se usaban y por eso se está consultando en ciudades de Europa para ver si hay registros de esas mezclas», dijo la especialista.

La historia de la Colonia del Sacramento está en buenas manos.

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