Tributo. Trinidad Guevara y Atahualpa del Cioppo serán recordados

El teatro, un patrimonio de todos los uruguayos

Los días del Patrimonio, que se celebrarán el próximo fin de semana, tendrán como eje principal el teatro nacional. Entre los homenajeados se hallan Trinidad Guevara y Atahualpa del Cioppo, dos figuras fundamentales del arte de las tablas nacional.

 

Una pionera

Trinidad Ladrón de Guevara nació en Santo Domingo de Soriano el 11 de mayo de 1798. Desde pequeña actuó en la Casa de Comedias de Montevideo junto a Juan Casacuberta, quien sería también a la postre un destacado intérprete; a los 17 años se convirtió en artista independiente. A finales de 1816, ante la inminente entrada del ejército lusitano en Montevideo, concretada en enero de 1817, se mudó a Buenos Aires, donde inició su carrera en el teatro porteño. Allí realizó papeles tanto en comedias como en tragedias, entre las que se cuentan Roma libre o el Bruto de Alfieri, Dido y Argia de Juan Cruz Varela, El amor y la intriga de Schiller, Otelo de William Shakespeare o Atala de François-René de Chateaubriand.

Una peculiaridad de su labor en la vecina orilla fue que actuó en roles masculinos, como en Pablo y Virgina de Bernardin de Saint Pierre.

En las tablas de los teatros de Buenos Aires trabajó junto con importantes intérpretes del momento. Asimismo llevó su arte a Montevideo, Brasil, Córdoba, Mendoza y Santiago de Chile.

Según resalta el investigador Roger Mirza, su modo de actuación y su avance hacia la naturalidad sin animaciones exageradas, basada en la expresividad de los ojos y la dicción clara, fueron unos de los logros que más apreciaron los actores que la acompañaban, especialmente Francisco Cáceres y Juan Casacubert, quienes la tomaron como modelo a seguir.

Si bien no fue la primera actriz oriental, su fama alcanzó a ambas orillas del Río de la Plata y superó a la de su antecesora, Petronila Quijano, quien alternó trabajos con Trinidad en sus inicios.

En 1856, cuando se hallaba en una compleja situación económica, hizo su última función en su beneficio en el Teatro El Porvenir y tres días más tarde anunció su retiro de las tablas a través de un comunicado de prensa. Falleció en Montevideo el 24 de julio de 1873.

 

Pilar de El Galpón

Atahualpa del Cioppo (Canelones, 23 de febrero de 1904; La Habana, Cuba, 2 de octubre de 1993) fue un importante docente y director teatral. Militante del Partido Comunista desde su juventud, fundó en 1936 La Isla de los Niños, el grupo pionero del teatro infantil nacional.

Junto a su elenco de pequeños actores hizo además radioteatro con obras de Charles Dickens y Mark Twain, y puso en escena la única pieza teatral conocida de su autoría, La negra Jesusa.

En 1948 creó La Isla, un grupo que al año siguiente se fusionó con una parte escindida del Teatro del Pueblo, dando así origen a El Galpón. Con este grupo realizó docencia, magisterio y dirección por cuatro décadas, tanto en Montevideo como en el exterior, cuando la dictadura cívico-militar lo obligó a marchar al exilio.

A lo largo de su extensa trayectoria en el arte de las tablas puso en escena alrededor de medio centenar de espectáculos, tanto con la Comedia Nacional como con agrupaciones de Argentina, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, México y Perú.

El crítico teatral Jorge A. Pignataro Calero destaca, entre sus adaptaciones más reconocidas, a Así en la tierra como en el cielo, de Fritz Hochwalder, El gesticulador, de Rodolfo Usigli, Las brujas de Salem, de Arthur Miller, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos, de Antón Chéjov, y varias obras de Bertolt Brecht, autor en el que se especializó y al que introdujo en nuestro país.

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