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HISTORIAS DE "EL ÑATO PEDREIRA"

Así fue José María Pedreira, conocido por todos como «el Ñato». Jugador de fútbol con pasajes por Wanderers y Sud América, su pintoresca personalidad lo vinculó a poetas, cantores y otras figuras montevideanas. Su secreto estaba en una fenomenal picardía, sutil ironía y «la carpeta» que sólo se obtiene en la universidad de la calle. Su sabiduría nació del estaño de los boliches esquineros, de las tribunas futboleras y de los potreros y las canchas de las ligas amateurs y luego profesionales. Al retirarse del fútbol consolidó su fama. Por la década del 40 fue un personaje tan popular como el predicador callejero llamado El Dios Verde y el deportista y tanguero Pintín Castellanos. Nunca se supo cómo lo hacía pero se las ingeniaba para estar presente en todos los acontecimientos de la cultura barrial. Cuando los Parodistas de Chocolate definieron el Carnaval y la tarde que Canaro visitó Roldós del Mercado del Puerto, ahí estuvo El Ñato Pedreira. Sus amistades y camaradas de las fraternas barras bolicheras abarcan a una pléyade de personalidades de aquel Montevideo de antaño. Carmelo Imperio, creador de legendarios conjuntos carnavalescos, le dedicó unos versos en su primer conjunto llamado «Quién le pegó al perro». También se hace referencia a su picardía en un cuplé de Los Patos Cabreros de 1960. El Ñato fue un fanático de las murgas que dirigía El Porteño Nógara, como La Milonga Nacional y Los Saltimbanquis.

Se convierte en un habitué de las comidas organizadas los sábados a mediodía en los ranchos de pescadores del Buceo, donde protagoniza recordadas historias. Una vez a un cocinero muy alegrón por el vinito se le olvidó dentro de la olla del puchero una media de fútbol que había utilizado para limpiarla. La encuentra un comensal que entre las risas de los demás se enoja con el beodo cocinero. El Ñato lo tranquiliza diciendo: «Dejala, es una media para la suerte, yo mismo se la pedí al Negro Jefe Obdulio Varela…». Y la reunión explota en carcajadas, temblando las paredes de ese rancho de pescadores donde también concurrían Antonio Cerviño, los hermanos García, directores de «Palán Palán» y el gran humorista Cotorrita Ramos. El Ñato Pedreira había nacido en Goes, que fue el barrio de sus amores. Su leyenda lo asocia a las tertulias del Viejo Café Vaccaro y a los variados personajes que frecuentaban sus mesas. Se hace amigo del doctor Juan Carlos Patrón, poeta y abogado, del Nino Corazzo, jugador y técnico, y se relaciona con un joven médico que también frecuentaba el Vaccaro, de apellido Fosalba, quien fundaría el Sindicato Médico del Uruguay. Cuando visitaba el barrio Villa Muñoz, se lo veía charlando con el farmacéutico, el señor Sozzo. Uno de sus sitios preferidos fue la cantina de Roque Santucci, en Blandengues y José L. Terra, donde conoció al músico Fugazot. También fue un enamorado de los barrios Sur y Palermo, siendo un invitado habitual en las comidas del Club Mar de Fondo.

Nunca faltaba los 6 de enero a los repiques en el Conventillo Medio Mundo. Entre sus morenos era feliz y narraba sus increíbles historias. Con una sonrisa pícara les contaba de su admiración por la vedette Josephine Baker y mostraba una foto autografiada por esa mujer llamada La Venus de Ebano por su gran belleza. Con un gesto serio les decía que aquella estrella le había pedido que la acompañara a París para vivir juntos y él se había negado «porque no le gustaba la nieve». Así fue el Ñato con sus historias increíbles y jocosas. La picardía de un montevideano nacido entre las canchas de fútbol y los mostradores de los boliches fraternos. Con más recuerdos y música los esperamos los domingos a las 18 horas en CX 40 Radio Fénix.

COORDINACION: ANGEL LUIS GRENE

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