TIENE LA PALABRA

El impresentable

Señor Director de  LA REPUBLICA

Dr. Federico Fasano Mertens

La vi abrazarlo como una nieta a su abuelo, o como una abuela a su nieto. Las canas de ambos ocultaron para muchos lo que por mi cercanía fue visible: las lágrimas que sustituían cualquier palabra. Esa viejita que me dejó un nudo en la garganta me dio con esa imagen silenciosa la verdadera dimensión del cariño que todo un pueblo sentía por aquel hombre que estuvo ocho años enterrado en el infierno, pero que venía de las sombras para iluminar cada rincón de nuestro castigado país.

Para el burgués neoliberal Juan Mailhos, José Mujica es impresentable, por lo que no lo imagina (léase: desea) como futuro presidente del Uruguay. Por otra parte, un lector de LA REPUBLICA, sin ser un oligarca como aquel ni mucho menos, opinaba en la página web de este diario que «hay que elegir un candidato con perfil de presidente», dicho esto al manifestar su desacuerdo con la candidatura del popular senador de izquierda.

Vaya novedad. El mismo Mujica lo ha venido gritando a los cuatro vientos hasta el hartazgo. El 2 de enero la Agencia Télam difundió sus palabras: «No tengo perfil de presidente ni cara de prócer». Los puritanos que exigen a un candidato la elegancia de un italiano como Berlusconi (quien incluso ha gastado una fortuna en cirugía estética e implantes de cabello) o un brasileño como Collor de Mello, no soportarán jamás a Mujica en tanto y en cuanto no haga como Lula, que se recortó la barba y cambió el mameluco por el Armani. Hay que cambiarle el apodo al Pepe, llevarlo no a un peluquero sino a un coiffeur, comprarle ropa en los lugares más chics de Punta del Este, Buenos Aires o la Quinta Avenida en la Madre Patria, o sea, los EEUU. Tendrá que dejar de llamar gurises a los niños y llamarles chicos, que es la onda, hacerse un cursillo intensivo de Economía en Harvard, comenzar a leer el Miami Herald o el New York Times y dejar de leer LA REPUBLICA, dirigida por ese otro guerrillero del teclado cuyo nombre no conviene ser pronunciado cuando se vaya a pedir directivas y sugerencias al FMI, Banco Mundial o a los popes de Wall Street, esos pobres ricos que han convencido a los pobres pobres de quedar más pobres que nunca para salvar las empresas con las que seguirán explotándolos.

Mujica es impresentable e imperdonable. Es capaz de despreciar un buen White Horse y tomarse una grappa uruguaya. El muy degenerado es incluso capaz de rechazar un Honda que le pudiera obsequiar un empresario y continuar con su destartalada moto estilo cubano, década del 60, aunque ya debe estar out.

El problema para las familias patricias de Montevideo es que hay un cambio de paradigmas al punto que, como ha dicho Mujica a periodistas de Ultimas Noticias, «un presidente francés ande con ese minón», refiriéndose a Sarkozy y Carla Bruni. «Un presidente es un hombre adusto, que no se ríe ni eructa».

Pero algo está pasando en el mundo… porque el indígena Evo Morales no sólo llegó al poder en Bolivia, sino que va por su reelección, y el negro Barack Obama dio vuelta la historia en el país más racista del orbe. Como dijo Mujica a ANSA: «Debe ser brillante, porque no es cocoa». Hasta las mujeres han ido ganando terreno: Michelle en Chile, Cristina en Argentina… y no olvidemos que Tabaré Vázquez tuvo a Azucena Berrutti al frente del Ministerio de Defensa y Zapatero nombró a Carme Chacón, la cual no sólo tuvo el descaro de ser mujer y estar embarazada, sino de decir aquella frase: «Capitán, ¡mande firmes!». Lo alarmante es que las dos demostraron autoridad con las díscolas fuerzas castrenses. La nuestra jamás tuvo que guardar en la caja fuerte las denuncias contra sus militares, como lo hizo Medina, ni decir «No tengo conocimiento», como Chiarino, ni arrastrarse por el fango de la prostitución política, como lo hizo Fau.

Mujica es impresentable, porque al pan le llama pan y al vino vino y al igual que Chávez (Dios los cría y ellos se juntan) desconoce los infinitos giros del lenguaje diplomático.

Eso es lo que quiero de un presidente, que nos cante la justa. Prefiero menos corbata y más decisión, menos aroma a Tiffany y más a revolución, menos glamour y Rolex, como tendremos con el candidato de Mailhos, menos viajes y más escuelas, menos diplomacia y más denuncia, sin cometer por ello la tontería de dejar de «venderle a quien se deje».

Porque muchas veces nos defraudaron los de hablar pulido y vestir elegante, porque el hábito no hace al monje, por ello y por mucho más, espero volver a Uruguay antes de octubre sólo para ponerme a las órdenes del impresentable y ver no qué puede él hacer por mí, sino qué puedo hacer yo por él. Lo haré porque estoy convencido de que pese a su edad está más lúcido que todos nosotros juntos, porque no será un genio, pero es un sabio, y porque buscará lo mejor para nuestros hijos… y los hijos de nuestros adversarios.

Quizá por ello aquella viejita que estaba a mi lado se levantó al ver venir al ex guerrillero y lo abrazó, lo abrazó por mucho rato, sin decir nada, ni una palabra, con lágrimas en los ojos, como si abrazara al hermano o al padre que nunca tuvo… o al hombre a quien confiaría la vida de sus hijos. Jamás me olvidé de usted, señora; ojalá en octubre usted pueda ver al pueblo uruguayo desbordando las urnas con votos para nuestro querido impresentable…

ENRIQUE ORTEGA SALINAS   enriqueortegasalina@yahoo.es

 

De un viejo frenteamplista

Señor Director de LA REPUBLICA

Dr. Federico Fasano Mertens

Le escribe alguien que leyó los diarios suyos, todos los que se han cerrado, soy un viejo frenteamplista, que desde 1962 está luchando para que las fuerzas progresistas llegaran a gobernar, primero la IMM, después llevando al gobierno a la misma fuerza política, al gobierno del país; no voy a abrir opinión porque es muy nuevo, pero la IMM lleva casi 20 años administrando el departamento y tengo que reconocer que muchas cosas se hicieron muy bien.

Pero hay dos cosas en las que se están durmiendo, el problema de las patentes, ya que se les fueron más de 40.000 patentes a otras intendencias, y en forma tozuda, sigue cobrando cuatro veces más que todas las otras administraciones. Tengo mi experiencia propia, tengo un auto del año 1982, que fue taxi 20 años en Montevideo; lo compré y lo refaccioné para que siguiera rodando y siempre pagando la patente en IMM, y mis amigos me decían que en otras pagaban la cuarta parte. Estuve 10 años pagando acá la patente, me parecía que era una traición irme a pagar la patente a otro lado, pero no tuve más remedio: en el año 2007 tenía que pagar en la IMM $ 7.980 y en Canelones $ 2.100 (me olvidé de la traición y me fui a Canelones).

El miércoles 21 de enero de este año, llegaba a Montevideo de San Jacinto del sepelio de mi suegra y allí llenaron el vaso: en Camino Maldonado y Marbella, calle de doble vía, casi en el medio del campo, me ponen una multa de $ 5.694 por pasar en esa zona a solo 77 km/h, porque era zona de 60 km/h, un cartel que debe ser de la década del 60, del siglo pasado, cuando los automóviles tenían freno y dirección mecánica, y esa velocidad necesita 40, 50 mts para frenar, hoy cualquier auto del 80 en adelante frena en 10 mts a esa velocidad. Ponen límites de velocidad en muchas zonas de solo 45 km/h, como si viviéramos en 1940, o es que siguen esos carteles para desquitar las patentes que se fueron.

Luché años para que el progresismo hiciera progreso y justicia, lamentablemente no veo ninguna de las dos. De 77 km/h a 60 km/h, van 17 km/h, y por eso quieren cobrar a un trabajador $ 5.694. Es lamentable; yo he luchado para que esto se revirtiera, pero me la han cambiado por recaudación, lamentable, muy lamentable. Gracias.

ANGEL AVERO C.I. 2.900.906-7

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