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LOS VIEJOS HUMORISTAS

Años después tendría su culminación en aquellas inolvidables «Charlas Amables» donde trataba la actualidad con irónica filosofía.

Otro de los pioneros fue «El Loro» Collazo, quien por el año 37 tenía, en Radio El Aguila, un programa con invitados como Romeo Gavioli y muchos chistes.

Los vecinos le decían cariñosamente «El Loro del Eter» y lo escuchaban a las 20 horas, cuando la luz eléctrica hacía la tradicional «guiñada». Otro pionero fue Francisco Nípoli, quien hacía su personaje «El Negrito del Comandante».

También el artista Eduardo Depauli que, una vez, llenó con su presencia el Estadio Centenario.

Ya con la radio en su época de oro, casi después de la hazaña de Maracaná, aparecieron gran cantidad de herederos de aquella pléyade de pioneros humoristas. Muchos estaban vinculados al Carnaval y dieron su salto a la radio. Así fue Roberto Barry que trasladó su «Charro mexicano» de los tablados barriales a los estudios radiales y lo llamó «El Mariachi». Se acompañaba de Diana Vidal y fue creando una pequeña compañía de actores que culminaron en el legendario «Comisario de Cerro – Mocho».

También por la CX 14, El Espectador, estuvo otro grande que se llamó Dante Ortiz e interpretó dos personaje muy amados por el pueblo. Primero fue «El Peluquero», que comentaba política con ruido de tijeras. Después apareció «Juancito Sangre Dulce, el último optimista» que, con un sentido genial del humor absurdo, satirizaba las montevideanas costumbres, ya sea de los cajetillas políticos o los clientes del London París.

Un gran valor de esos tiempos fue Adolfo Oldoine «Old» que, en sus monólogos o sus libretos para el radioteatro «Los Paredes», supo retratar el alma de los uruguayos y hacernos reír de nuestros defectos.

En esos episodios brillaban los actores Juan Casanovas, Violeta Ortiz y la entrañable Gladys Darling, con su famoso personaje «Pepito». Otro pionero fue «Casimiro Parola», el hombre que todo lo arregla con una palabra sola. Lo interpretaba el querido Julio Puente y daba descabelladas soluciones a todos los problemas de actualidad.

Los vecinos oyentes se reían cuando este personaje contaba que Obdulio Varela venía a pedirle consejos de fútbol y que Margarita Xirgú le pedía que le diera algunas clases de teatro. Casimiro Parola creó un escuela de humor que tiempo después retornaría en Los Lobizones y su Telecataplúm.

En el radioteatro «La Chimba», con Chelita Linares y Rómulo Boni, reapareció, ya al final de su talentosa carrera, el maestro y pionero Wimpi. Había triunfado en Buenos Aires y ahora hacía reír a todos con sus libretos sobre las andanzas de La Chimba y su inefable novio El Tola. Las madrugadas tenían un programa donde la excelente música se combinaba con dosis exactas de brillante humor. Se llamó «La Hora de las Brujas» y su creador fue el insuperable Raymundo Soto. También nació por esos años «Don Verídico» una creación muy añorada del eterno Juceca.

La memoria popular también recuerda a Adolfo Hugo Mañán, Pinocho Mareco, Jorge Cazet y Antonio Ceti con su graciosa «Pensión 64″. Los vecinos en los barrios movían la perillita del dial buscando las voces de aquellos viejos humoristas. Con más recuerdos y música los esperamos en la 30, Radio Nacional.

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