Preocupación. Los recursos ictícolas se han reducido a la mitad en aguas del Río Negro

Afirman que los cultivos de soja provocan mortandad de peces

El autor del libro «Cultivos de soja y la muerte de peces en el Río Negro», Aler Donadío, director del la Fundación Instituto Río Negro (Indra), argumenta que la presencia del endosulfán y el clorpirifos, químicos utilizados en la producción de soja transgénica, serían los causantes de la mortandad de peces.

La situación «se viene repitiendo en los últimos tres años», especialmente entre los bagres. Donadío relata que los peces muertos están «flacos», mientras que otro hecho importante que observaron los pescadores es que «ni siquiera las gaviotas y garzas los comen». Recordó que los pescadores de la zona se entrevistaron con técnicos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), con el objetivo de obtener información sobre lo que estaba sucediendo. Estos les respondieron «que los peces se habían muerto por hipotermia».

 

Morir de frío

«En los últimos años ha habido un aumento del cultivo de soja transgénica en todo el país», recuerda Donadío. «Este cultivo está asociado a un paquete tecnológico de agrotóxicos conocidos mundialmente por su toxicidad en las especies acuáticas. Estudios recopilados por Rapal Uruguay sobre exposición de agrotóxicos e impactos sobre peces de agua dulce argumentan técnicamente las probables razones de por qué está sucediendo esta mortandad».

Citó una reciente investigación realizada en Australia «y publicada por la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental de Estados Unidos», en la que se abordó la relación entre la exposición a ciertos contaminantes ambientales y la capacidad de los peces para resistir los cambios de temperatura.

«Entre los contaminantes ambientales considerados en la investigación se encuentran el endosulfán y el clorpirifos. Los peces elegidos representan a cuatro especies de agua dulce provenientes de diferentes hábitat de Australia. La investigación confirmó los indicios de otras previas: la exposición a diferentes concentraciones no letales de estos agrotóxicos afectan la habilidad del pez a tolerar cambios de temperatura en el agua. Esto es, los peces que habitan un curso de agua, pueden exponerse a determinados contaminantes ambientales y no morir intoxicados, pero esa exposición disminuye sus probabilidades de sobrevivir frente a otros cambios del ambiente como los de la temperatura», explicó Donadío. En resumen, Donadío dijo que la Dinara «tiene razón» al afirmar que los peces mueren de frío, pero «lo que nos llama la atención es por qué antes no les pasaba lo mismo». La situación podría atribuirse al cambio climático, que «está afectando la temperatura del agua y el aire en todo el mundo». No obstante, sostuvo que mueren por hipotermia porque los agrotóxicos que se aplican a la soja y la papa «afectan la termorregulación del pez».

 

Menos recursos

En diálogo con LA REPUBLICA, Aler Donadío expresó que en los últimos 10 años se ha notado una disminución del 50% de los recursos ictícolas en la cuenca media del Río Negro, algo similar a lo que ocurre en la zona próxima a Mercedes o en la desembocadura del Río Negro con el Uruguay. «La merma en la pesca ha sido tremenda ­indicó­. Para que tenga una idea, hace 10 años salían alrededor de 20 mil kilos mensuales (de pescado) desde San Gregorio de Polanco, donde hay alrededor de 105 familias de pescadores». En la actualidad son entre 9.000 y 11.000 kilos.

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