Misoprostol: el medicamento abortivo es cada vez más usado en América Latina

«Como no existen normas claras sobre cómo usar el misoprostol en ginecología y obstetricia, se corre el riesgo de su uso inapropiado, con consecuencias que pueden ser graves para la mujer, el feto y el médico tratante», dice la introducción del manual de Flasog.

 

Estadísticas que espantan

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo una de cada ocho muertes maternas se debe a complicaciones relacionadas con el aborto.

En los países desarrollados, donde el aborto es legal y se practica dentro del sistema de salud, la mortalidad materna es menor a un deceso por cada 100.000 abortos realizados. En países en vía de desarrollo, donde el aborto está restringido, se estima que la mortalidad oscila entre 100 y 1.000 muertes por cada 100.000 procedimientos.

Este alarmante número se debe a las condiciones inadecuadas en que se practican y a la capacitación insuficiente de las personas que los realizan en la clandestinidad.

«Con el objetivo de reducir las muertes por causa de aborto se ha tratado de provocar cambios sociales y legales, y buscar métodos o técnicas de interrupción del embarazo que resulten más seguras», dicen los autores del capítulo, dedicado al uso del Misoprostol en el aborto terapéutico, los doctores Alejandro Velasco Boza y Rodolfo Gómez Ponce de León.

El aborto es la interrupción de la gestación antes del inicio del período perinatal, definido por la OMS a partir de las 22 semanas de gestación.

 

Bajo costo

El aborto terapéutico es aquel que se realiza cuando se considera que el embarazo afecta la salud de la mujer, y es aceptado universalmente como una función más del personal que atiende la salud de la población.

Para interrumpir el embarazo, actualmente se está utilizando mucho la administración de medicamentos.

«El más accesible en América Latina es el misoprostol por tener un bajo costo, no necesitar refrigeración y ser de fácil administración, lo que facilita su utilización.

Existen algunas evidencias de que la población en algunos países de América Latina está usando el Misoprostol sin receta médica, lo que, paradójicamente, ha dado como resultado que se observen menos complicaciones del aborto clandestino», indican los médicos.

 

Interrupción segura

El Misoprostol está indicado en todos los casos que se requiera la interrupción segura del embarazo, sea en el primer o en el segundo trimestre de la gestación. Aplicando este medicamento, la tasa de aborto completo, que no requiere de otra maniobra, es de alrededor del 90%, tanto en el primer como en el segundo trimestre del embarazo.

En la mayor parte de los casos la expulsión ocurre dentro de las primeras 24 horas, pero puede demorarse entre 48 y 72 horas en un menor número de casos.

Los efectos secundarios más frecuentes son el sangrado vaginal y los cólicos, que están presentes en el 85 % de los casos.