UNA EXPERIENCIA QUE PUEDE SER PRESENCIAL O VIRTUAL

Taller literario invita a mirarse bien adentro y contar la propia historia

En los talleres que dicta Gabriela Onetto no falta la literatura. Pero tampoco la psicología. La licenciada en Filosofía propone mirarse para adentro y conectarse con la historia personal a través de la escritura.

«No se trata de un taller que analiza los diferentes autores y las técnicas de escritura sino un espacio de crecimiento personal. Es un taller de memorias y autobiografías», cuenta la coordinadora de talleres literarios que trabaja «con el planteo original del fallecido escritor uruguayo Mario Levrero».

Desde el próximo jueves (de 19 a 21.30 horas) y por espacio de cuatro semanas, Onetto dictará el taller «Conectándome con mi historia personal». ¿Por qué indagar en la historia personal? «Porque, como dicen, el ser humano es un animal sin plumas, que cuenta cuentos. Cada uno tiene una historia que contar, porque es parte de ser persona», dice la coordinadora de talleres literarios.

Además señala que «la humanidad ha perdido la capacidad de generar historias y compartirlas en la tribu. Ya no contamos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Estamos fragmentados y esto tiene que ver en parte con el anonimato en el que vivimos dentro de la ciudad y con los medios de comunicación masivos».

Onetto reconoce que el taller tiene algo de psicología. Si bien aclara que «no es terapia psicológica porque eso lo tiene que hacer un profesional», no deja de remarcar que en la literatura «hay cierta capacidad terapéutica, porque cuando uno empieza a contar su historia y a revisar el pasado va haciendo un recorrido por las cicatrices de la vida».

Es como «sacar del cajón momentos olvidados y confirmar una visión que existe sobre la memoria, que son los caminos retorcidos que nos conducen a zonas perdidas del alma», manifiesta la licenciada, para luego dejar en claro que este ejercicio «siempre se realiza a través de la escritura, más allá de que existen momentos de expresión oral.

Onetto aclara que no es necesario ser escritor para participar de este taller. A la hora de hablar del perfil de la gente que se suma a los talleres literarios, señala que «mayormente son personas de 30 años para arriba». Y las mujeres son las que más se suman a este tipo de propuestas.

La profesional prefiere no entrar en detalles sobre la personalidad de los asistentes porque asegura que es «muy variada». Lo que sí reconoce es que «son más los introvertidos que los extrovertidos quienes participan en estos espacios de reflexión».

 

Una experiencia virtual

Será la primera vez que Onetto dicte este taller en Uruguay y en forma presencial.

Pero la respalda una experiencia similar en México y la adquirida en los talleres virtuales.

Es que la licenciada -junto con el magistral escritor fallecido Mario Levrero- brindó una nueva modalidad para acceder a los talleres literarios: por medio de Internet.

Con sólo ingresar a la página www.onetto.net se puede acceder a esta experiencia que «trabaja con consignas semanales que activan distintos aspectos de la motivación literaria y se extienden por tres meses».

Las ventajas se centran en que el alumno podrá vivir en cualquier país del mundo, hacer los trabajos cuándo y a la hora que quiera y no divulgar ningún dato personal.

«Para determinado perfil de persona yo recomiendo el taller virtual, porque en el presencial uno tiene que dar la cara y para muchos, eso se transforma en un problema.

Por otra parte, pueden sumarse personas que no viven en la ciudad donde se dicta el taller», dice Onetto, quien trabajó con gente de España, México, Chile, Perú y hasta de Japón. *

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