NACIO EN 1933 Y LLEVA A CUESTAS 54 AÑOS DE CARNAVAL

Kanela: "Tengo la insolencia de decir que voy a ser eterno"

Se están apagando las últimas bombitas del patio del Club Barracas de la Cultura, en el Reducto, allí en donde Vilardebó comienza a ensayar su recodo para transformarse ahora en la calle Dr. García Pintos. Se apagaron también los acordes rezagados del ensayo que acabó de finalizar. La comparsa Tronar de Tambores se apronta a paso firme para el Carnaval 2006.

Julio Sosa, inmortalizado ya como Piel Kanela, está satisfecho y se acomoda en una silla invitándonos a hacer lo mismo para comenzar a «abrir el libro». «Vamos a presentar una ópera negra sin perder los conceptos de la categoría de lubolos  asegura Kanela ; hay quienes hacen espectáculos en los que se pierden los conceptos y nosotros no los perdemos. Creo que los jurados a veces son medio neófitos en la materia».

Aunque el tema es la comparsa, su comparsa, la idea original de realizar una nota previa a Tronar de Tambores se convirtió en un reportaje a Kanela.

«Esta ópera negra es un sueño de diez años  dice , pero está todo muy meticulosamente bien hecho… se hace un aria, luego un negro espiritual, pero arranca con un colchón de tambores es que es el sonido de Africa totalmente.»

 

Mirar hacia el Africa negra

Este año, Kanela volvió a tomar con mano firme las riendas de su comparsa, para asegurarse desde el inicio, el resultado deseado. El hormigueo de músicos y técnicos desarmando la infraestructura necesaria para llevar a cabo la labor, mientras otros van guardando instrumentos y equipos genera un revuelo en el ambiente, que comienza a disiparse a medida que los componentes de la agrupación se van marchando. Es más de medianoche. Kanela sigue entusiasmado con la comparsa.

«Vislumbro la comparsa casi totalmente, ya la veo en un 95 por ciento; la propuesta la hallo perfectamente bien. Planteamos aquello de que el blanco no es el único culpable de lo que en Africa pasa. En estos momentos tenemos a punto de sentarse en la silla de Pedro, en el Vaticano, a un negro, tenemos a una Condolezza Rice, un Koffi Annan, tenemos grandes jugadores de fútbol y de basquetbol, grandes literatos, grandes negros poderosamente ricos, entonces esos negros esparcidos por el mundo no miran hacia esa madre Africa, y su tierra. Es cierto que su dolor fue muy grande, la esclavitud fue un escarnio que aún duele. En este momento todos los que tienen poder, negros y no negros, deben mirar hacia Africa, que está pagando una enorme deuda externa siendo como es un continente inmensamente rico».

Por lo visto, la compenetración de los componentes con la propuesta de la agrupación es total, en especial de aquellos que están directamente vinculados con aspectos técnicos importantes, como Lourdes De Marco, que además de directora responsable tendrá un papel como solista, participa en la coreografía, y tomará parte activa en el hilo conductor del espectáculo.

«Este es el año de Tronar de Tambores  afirma Kanela muy tranquilo , no me caben dudas. Lo digo muy convencido porque acá hay una «barakutanga» total. Cuando decimos Tronar de Tambores esto es la vieja Barakutanga. Esto es Kanela y su Barakutanga y punto. Tronar de Tambores nació un día conversando con unos amigos, justo sacudió el cielo un trueno gigante y dije: ‘pero mirá qué lindo tronar… si no fuera un tronar de tambores’. Cuando dejo las locuras aparte suelo ser poeta…»

 

El último mohicano

Kanela nos lleva y nos trae con entusiasmo por un sinfín de temas, pero le imponemos uno: su retiro de las tablas.

«Yo no pienso en retirarme  asegura ; tengo 72 años y me siento en una forma espiritual muy buena, profeso una religión que me lo permite, además mis 54 años de Carnaval me permiten la insolencia de decir que voy a ser eterno. Todos dicen que soy el último mohicano, y andan muchos mohicanos por ahí, pero yo las gambas todavía las sigo moviendo. Yo quiero que mi último día, mi despedida, cuando el viejo flaco me llame… que sea en las Llamadas o encima del escenario».

Una vez que tenemos la certeza que sólo la muerte nos privará de tenerlo en Carnaval, se hace casi necesario conocer su opinión acerca de la situación actual de esta fiesta popular. «Yo erradicaría el egoísmo del Carnaval  opina Kanela , hay egoísmo; tendríamos que unificarnos más, ser más familia como éramos antiguamente. El cambio en Carnaval tiene que ser unificarnos más, tenemos que ser más unidos los compañeros carnavaleros, y dejar de lado tanto profesionalismo y acusaciones, y recusaciones a jurados… si yo me fuera a poner a recusar serían un lote. Yo lo que no tengo de blanco lo tengo de franco».

Cuando el Club Barracas estaba ya sumido en una tibia penumbra estival y los sonidos de la cantina casi se habían acallado, llegando sólo el eco rezongón de la mesa de pool, el interminable Kanela no quiso poner punto final a la entrevista sin recordar a los grandes: «El más grande de todos fue Carlos Albín ‘Pirulo’, y si querés una figura femenina, la Negra Johnson, una verdadera diosa, mi segunda madre; tuve el honor de cuidarla, enterrarla, lo mismo con Pirulo».

Es que con Julio Sosa Kanela es así, se abre el libro de la vida y sus páginas comienzan a pasar sin solución de continuidad. Es un libro eterno, como él. *

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