EN BRASIL, DURANTE PARTE DE 2003 Y 2004 EL BOSQUE NATIVO DISMINUYO 26.130 KILOMETROS

"La selva amazónica se está convirtiendo en zona ganadera"

Gudynas la semana pasada visitó las inmediaciones de la frontera trinacional que involucra a Brasil, Perú y Bolivia con motivo de colaborar con organizaciones locales, municipios e universidades en cuanto a temas de interés medio ambiental, pobreza y gestión territorial. Allí Brasil impulsado por la necesidad de exportar e importar mercaderías construyó la denominada «carretera del Pacífico», que se extiende desde Porto Velho, en el Estado de Rondonia -Brasil-, atraviesa Cobija -Bolivia- y llega hasta el Río Acre (donde se está por finalizar un puente) y continúa hasta Cuzco hasta desembocar en el Puerto Pacífico -ver infografía-. «Esta posibilidad permite que toda la producción de la Amazonia circule directo al Pacífico, en vez de realizar el camino más largo hacia el Canal de Panamá. Así se incrementará el flujo comercial», aseveró Gudynas. Actualmente, resta pavimentar la caminería del lado peruano.

 

Consorcio de Alcaldías, proyección a futuro

Según el ecólogo las autoridades locales «llevan en forma muy organizado el tema. Para ello se reúnen en Consorcio de Alcaldías o Mancomunidades de Alcaldías, de acuerdo al país. Funciona como un comité trinacional integrado por gobiernos municipales que coordinan estructuras de gestión regional, desde el manejo de efluentes cloacales hasta cooperación en infraestructura. Las alcaldías corren con una ventaja: coordinan en conjunto las situaciones a nivel regional. Además, planifican a largo plazo porque saben que están en una zona de alto interés. Aunque existe mucho contraste entre lo moderno y los remanentes de lo viejo».

 

Zona ganadera a costa de ‘quemadas’

Las obras viales acarrean efectos regionales e incrementa la ganadería, la agricultura y la extracción forestal. «El impacto ecológico es enorme porque una pradera nada tiene que ver con un bosque tropical. Desaparecerán desde los escarabajos a los monos», afirmó Gudynas.

«Así las obras de caminería incrementa la actividad productiva. Se produce la expansión de la ganadería, la agricultura y la extracción forestal. Aunque la práctica de las ‘quemadas’ o incendios es un hecho tradicional que realizan los pequeños productores para cultivar. Actualmente, lo efectivizan los criadores de ganado, lo hacen para ganar territorio a la selva y obtener pastura más tierna para los animales. Los efectos asociados inmediatos son: intenso humo, que provoca el cierre de los aeropuertos y acrecienta el cambio climático; la deforestación, sobre todo de la madera dura como Alerce y Caoba -que incluso matan por un tronco, dado su alto valor-«.

En la Amazona brasileña está ocurriendo «una expansión de la ganadería y ello genera un contraste porque uno piensa en un bosque tropical denso, que ahora se está convirtiendo en pradera, asemejándose al paisaje de Uruguay. Uruguay a su vez planta eucaliputus y pinos. En definitiva la selva Amazónica se está volviendo zona ganadera», enfatizó.

 

Aspecto social

El impacto ambiental y la pobreza genera problemas de conflictividad social: «tráfico y disputas sobre la propiedad de la tierra es cosa de todos los días, incluso llegan a matar», aseguró. A su vez existen grandes hacendados que practican la ganadería y otros la venta de electrodomésticos. También ocurre la contaminación en el agua debido a los efluentes domiciliarios, restos industriales, es muy común desde la década del 80 los restos de mercurio por la minería ilegal. Hubo un detalle que captó la atención de Gudynas «en los pequeños pueblos con pobreza, alejados…, no obstante los tres países fronterizos cuentan con universidades». *

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