El Gobierno asegura que los rubros hortícola y frutícola pueden crecer hacia el mercado interno

Días pasados se desarrolló en el Anfiteatro de la Facultad de Agronomía el III Congreso de Ciencias Sociales Agrarias: “Desafíos para el desarrollo rural sostenible frente a nuevo los escenarios”.

En dicho marco participaron: el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre; el director del Departamento de Ciencias Sociales Agrarias de la Facultad de Agronomía, Pedro Arbeletche, y el decano de la Facultad de Ciencias, Sociales Diego Piñeiro.

La agricultura familiar es estratégica

Aguerre explicó los lineamientos de política pública y cómo se vinculan al concepto de “sustentabilidad” con base a cinco ejes: “Promoción de la competitividad, intensificación sostenible, adaptación al cambio climático, inserción competitiva de la agricultura familiar, fortalecimiento y articulación institucional público-público y público-privado”.

Destacó la importancia de la Ley de conservación de suelos, con Uruguay como único país del mundo que controla la erosión con base en el conocimiento científico, y que “pasó de una acción punitiva a una preventiva, con planes de uso y manejo”.

En relación a la población rural comentó la política de apoyo a la inserción competitiva de productores familiares en cadenas de valor, para generar mecanismos para mantener a los productores en su actividad.

Se refirió a las políticas diferenciadas con el aporte al fortalecimiento institucional, las mesas de desarrollo rural, y diversos proyectos productivos y sociales.

Aseguró que los rubros productivos hortícola y frutícola son los que pueden crecer hacia el mercado interno, ya que los niveles de consumo per cápita de la población están bajo lo que indica la Organización Mundial de la Salud. “En esto la agricultura familiar es estratégica”.

Por su parte, Arbeletche dijo que “en oportunidades anteriores el congreso tuvo lugar en el contexto de un país en pleno avance del sector agropecuario, sin embargo la situación actual es diferente, es un contexto de incertidumbre respecto al sector, y por ende con mucho más para investigar, donde hay nuevos escenarios y día a día se producen cambios”.

Entretanto que Piñeiro dijo que en el momento actual es difícil discernir con claridad, no solo Uruguay sino en el mundo, “el proceso de reorganización de la agricultura, pero sobre todo lo que puede ser un desarrollo rural sostenible”.