Nepal: adolescente de 15 años y bebe de 4 meses sobreviven días bajo los escombros del terremoto

Pemba Lama, fue rescatado por la Policía Armada de Nepal de las ruinas del hotel Hilton de Katmandú, quienes lo sacaron en camilla con una máscara de oxígeno y con un collarín puesto, aunque estaba consciente y miró a los fotógrafos  esbozando una sonrisa. Lama trabajaba en el área del Hilton GuestHuse, cuando el edificio de siete pisos se derrumbó. Los equipos de rescate habían adelantado que se habían logrado comunicar con alguien vivo bajo los escombros, que les había dicho sobrevivía con dos botellas de “ghee” (manteca clarificada) que llevaba en las manos cuando ocurrió el sismo.

Cuando el joven era sacado en la camilla, la gente estalló en aplausos y vivas y algunos lloraban; los socorristas debieron alzar encima de sus hombros la camilla para llegar al ambulancia donde transportaron a Pemba a un hospital, donde el último informe hablaba de que se encontraba en buen estado.

Un bebé aún más milagroso y una realidad atroz

Mientras tanto en Bhaktapur, en el Valle de Katmandú, un bebe de cuatro meses que pasó 22 horas enterrado después del terremoto, continúa recuperándose satisfactoriamente dijeron las autoridades. El bebe se llama Sonit Awal, y los rescatistas habían abandonado ya el edificio derruido donde trabajaban, cuando al retirarse oyeron un llanto que los hizo regresar al punto.

También ha trascendido en las últimas horas la historia de Rishi Kanal, de 27 años, que estuvo más de 80 horas bajo los escombros y sobrevivió bebiendo su propia orina.

Mientras tanto el número de muertos pasa ya de 5.500, y hay 11.000 heridos, mientras los rescatistas intentan llegar a numerosas localidades del interior nepalí, donde las condiciones de acceso han hecho imposibles todos los intentos. La ONU ha pedido al mundo apoyar a Nepal con una partida mínima de más de 400 millones de dólares para agua, medicinas y víveres.

La mayoría de los nepalíes sigue durmiendo en la calle, en carpas o dónde pueden, pese al intenso frío y las lluvias, debido a que las réplicas del terremoto siguen moviendo el piso y atemorizando a la gente.