DE POR VIDA

Cadena perpetua a asesino que inspiró la película “El Francotirador”

Un jurado del estado estadounidense de Texas condenó a cadena perpetua a Eddie Ray Routh por el asesinato de Chad Littlefield y de Chris Kyle, el soldado del Ejército de Estados Unidos cuya biografía inspiró la película “American Sniper”, dirigida por Clint Eastwood y traducida en España y Latinoamérica como “El Francotirador”

El abogado R. Shay Isham recordó al jurado que el veterano de guerra había pasado a comer tacos y recoger a su perro en la camioneta de Kyle, luego de haberlo asesinado, sugiriendo que era una conducta evidente de problemas mentales.
El abogado R. Shay Isham recordó al jurado que el veterano de guerra había pasado a comer tacos y recoger a su perro en la camioneta de Kyle, luego de haberlo asesinado, sugiriendo que era una conducta evidente de problemas mentales.

Routh, de 27 años, es un exmarine estadounidense que –según defienden sus abogados– sufre un trastorno de estrés post-traumático, provocado por su participación en la guerra de Irak.

Los hechos por los que se le condenan tuvieron lugar en febrero de 2013, cuando disparó en múltiples ocasiones a Kyle y a su amigo Littlefield en un campo de tiro cercano a la localidad de Fort Worth.

Tal y como detalla el periódico estadounidense “USA Today”, el jurado compuesto por diez mujeres y dos hombres tardó unas dos horas en dar su veredicto y, finalmente, el juez Jason Cashon condenó a Routh a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El juicio, celebrado en la ciudad de Stephenville (Texas), se  extendió durante dos semanas.

Routh, veterano de la guerra de Irak con solo 27 años, pasará su vida en el sistema correccional de Texas. Con varios kilos más que hace dos años y una postura rígida, es solo una sombra de la persona que se vio en varios vídeos mostrados durante el juicio, donde hablaba de delirios y locura. En sus argumentos finales la fiscal Jane Starnes insistió en que el abuso de alcohol y marihuana alimentaron la paranoia de Routh, poniendo la decisión en sus manos, luego de sus efectos.

“Él sabía que lo que estaba haciendo estaba mal”, dijo.

Problemas mentales

El fiscal de distrito Alan Nash calificó a Routh como un adicto y pidió al jurado poner fin al “pozo profundo de excusas para su comportamiento criminal violento».

El abogado R. Shay Isham recordó al jurado que el veterano de guerra había pasado a comer tacos y recoger a su perro en la camioneta de Kyle, luego de haberlo asesinado, sugiriendo que era una conducta evidente de problemas mentales.

Pero los argumentos de esquizofrenia y psicosis no pudieron salvar a Routh de una vida encarcelado, en uno de los sistemas penitenciarios más polémicos en todo el país, por el trato que da a sus prisioneros. Uno en el que entrará con cicatrices profundas de una guerra sin fin, para nunca más salir.

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