El Blue Monday (lunes azul) fue identificado en 2005, y desde entonces la prensa se encarga cada año de recordarlo en los países europeos principalmente. Variables como el clima, la situación financiera e incluso lo proyectado desde las Tradicionales Fiestas, incide para que los humanos, padezcan una fuerte depresión por estos días, según el análisis realizado por Cliff Arnal, que realizó las conclusiones.

Las variaciones climáticas, han sumado ya en el norte, frío y oscuridad a los días, hasta el límite de lo tolerable. Pero europeos y norteamericanos saben que aún falta largo trecho para acabar el invierno. A ello se suma que enero demuestra por estas fechas la escasa liquidez de bolsillo, tras una Fiestas Tradicionales que suelen endeudar un poco a todo el mundo. Además está la realidad que nos muestra caídas las perspectivas y propuestas que habíamos hecho para el cambio en Año Nuevo.

La psicología del día a día puede ayudar un poco

Según publica la psicóloga Patricia Ramírez  en publico.es, existen momentos de “desequilibrio” que debemos encontrar formas de superar para que emociones como la tristeza y la ansiedad no prevalezcan.

Para la especialista es necesario realizar una evaluación entre lo que se tiene y lo que no para establecer una fórmula equilibrada desde la cual razonar las cosas. “Si damos más valor a los que nos falta que a lo que tenemos, nos sentimos mal”, apunta. Detalla en ese sentido que poner el foco de atención en volver a trabajar tras las vacaciones, el comienzo de lo rutinario, el invierno y más responsabilidades, sin contraponer la capacidad económica que permitió tener vacaciones y poder pagar gastos, además del regreso a la actividad con compañeros de trabajo, e incluso el poder vencer a invierno, son todas formas de ver las cosas que desarrollan un sano optimismo.