La órbita elíptica de Mercurio lo coloca ahora a 69 millones de kilómetros del Sol, el sector más alejado de la estrella, por lo que a simple vista es posible verlo en el cielo nocturno terráqueo. En la jornada de este 14 de enero, ni siquiera el Sol podrá eclipsar el brillo del planeta por lo que –si estamos alejados de nieblas, humos u otras afectaciones atmosféricas- el planeta será incluso visible durante el día, según consigna el portal earthsky.org

La máxima elongación: el 14 de enero al atardecer

Mercurio se presentará en el cielo en las cercanías del habitual sitio donde es divisable Venus, y la máxima elongación –muy probablemente coincidente con el máximo brillo- será al atardecer del miércoles. El fenómeno es atendible desde todos los puntos de la Tierra, por supuesto dependiendo de las condiciones locales.

El fenómeno de Mercurio y Venus muy cercanos divisables en el cielo a simple vista, recién se repetirá el 25 de mayo de 2016.

Los astrónomos consideran este enero un mes particularmente interesante para poder observar sin ayuda telescópica a los cinco planetas visibles desde la Tierra: Venus, Marte, Júpiter, Saturno y Mercurio. Los discos de los planetas reflejan la luz solar y se convierten en “competidores” para el ojo humano de las estrellas, superándolas en brillo y con colores distintivos por lo general como el caso de Marte, el “planeta rojo”.